¿Tierra de conquistadores?

Después de descansar muy bien y disfrutar de un hotel con calefacción en Cáceres, salimos a pasear para ver el casco histórico durante el día. Nos despertamos muy temprano porque esta era la jornada más larga del viaje. Las luces estaban empezando a aparecer a esas horas de la mañana, y ver cómo trepa el sol a lo largo de las fachadas de piedra de este bonito centro histórico es una cosa divina. Desayunamos en la plaza, recorrimos las callejuelas y concluimos nuestra visita en el Museo de Cáceres, donde se encuentra el aljibe andalusí, construido en la época musulmana de la península, allá por los siglos X u XI.

Nos dirigimos ahora hacia Guadalupe, pequeño pueblo que fue condecorado al día siguiente de nuestra visita como “primera maravilla rural 2017” y también con el ridículo nombre de “pueblo más bonito y bueno de España”. Tuvimos muy mala suerte, pues en nuestro plan de viaje no podíamos otorgarle mucho tiempo a la visita del Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, y según nos indicaron, solo tenían hora para visitarlo (visita guiada obligatoria) dos horas después, lo que supondría perdernos alguno de los destinos que teníamos planificados. Finalmente solo accedimos al claustro y nos quedamos con ganas de ver desde dentro este monumento patrimonio de la humanidad. Al menos la entrada a la basílica era libre y pudimos acceder un rato para verla.

Tras pasear un poco por las callejuelas de Guadalupe, emprendimos camino hacia Trujillo, cuna de conquistadores. Aquí nacieron  colonizadores como Pizarro (conquistador de Perú y con una estatua ecuestre en plena plaza) y Orellana (supuesto descubridor del Amazonas), entre otros. Este pueblo es espectacular, sobre todo por las mil pequeñas calles empedradas por las que perderse. Estas callecitas suben hasta lo alto de una muralla desde donde se puede contemplar todo el pueblo y alrededores. Como curiosidad, este pueblo está hermanado con la ciudad de Trujillo en Perú, donde ya estuve allá por el año 2009.

Con el tiempo muy ajustado, emprendimos viaje hacia Portugal. Yo tenía muchas ganas de conocer la famosa Capilla de los Huesos, dentro de la Iglesia de San Francisco en la ciudad de Évora. Esta capilla franciscana del siglo XVII está revestida por unos 5000 huesos de diferentes cuerpos desenterrados de la propia iglesia y de otras cercanas. La persona que la ideó quería reflejar lo efímera que es la vida y lo poco que significa nuestro paso por el mundo. En la entrada se puede leer “Nós ossos que aqui estamos pelos vossos esperamos” (Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos). Un lugar único que sin duda merece la pena visitar. Además la ciudad de Évora tiene un casco antiguo muy bonito con las ruinas de un templo romano.

El templo romano, patrimonio de la humanidad por la UNESCO

Ya de noche surcamos por carreteras secundarias entre mil campos de olivos y llegamos a Andalucía! Más concretamente a El Rocío, uno de los pueblos de Huelva desde donde se accede al Parque Nacional de Doñana. El frío aquí se te metía en los huesos!!


Fecha: 07 al 24 de diciembre de 2017

Ruta: Madrid – Monasterio de Yuste – Garganta la Olla – Plasencia – Alcántara – Cáceres – Guadalupe – Trujillo – Évora (PT) – El Rocío – PN de Doñana – Matalascañas – La Rábida – Sevilla – Ronda – Málaga – El Torcal – Antequera – Córdoba – Casabermeja – Frigiliana – Cuevas de Nerja – Nerja – Granada – Guadix – Abrucena – Tabernas – Almería – San Miguel de Cabo de Gata – La Fabriquilla – Faro de Cabo de Gata – San José – Playa de los Genoveses – La Isleta del Moro – Rodaquilar – Las Negras – El Playazo – Agua Amarga – Playa de los Muertos – Níjar – Albaricoques – Sorbas – Mojácar – Vera – Cartagena – Vélez Rubio – Vélez Blanco – Pozo Alcón – Úbeda – Jaén – Baeza – Campo de Criptana – La Alberca de Záncara – Cuenca – La Ciudad Encantada – Madrid.

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