Entre George y Edouard

Así es, amigos. Entre el lago George y el lago Eduard se encuentra el Parque Nacional Queen Elizabeth. No podían ser más originales estos ingleses. Preciosos nombres que representan a la perfección lo que allí podemos encontrar.  

En fin, bromas a parte, se trata de un lugar precioso, en el que paseando entre euphorbias gigantes que se pierden en el horizonte, te puedes encontrar cientos de animales. Grupos enormes de búfalos y elefantes pastan por doquier y te miran extrañados cuando pasas a su lado con cara de estúpido y escondiéndote tras una cámara de fotos.  

Estos dos lagos se unen por un pequeño río que cruza el parque, y desde donde salen unos barquitos que te pasean por el lago Edouard, fronterizo con República Democrática del Congo. El barco-safari es una modalidad que yo desconocía, y que es bastante interesante para ver animales de cerca. Grupos de hipopótamos, elefantes, búfalos, cocodrilos y cantidades industriales de aves reposan tranquilamente en las orillas para refrescarse ante el sofocante calor de este lugar del mundo situado en el ecuador. Allí habitan algunos aldeanos que campan a sus anchas al ladito de todas estas bestias que a nosotros nos atemorizarían…  

Después de unas cuantas vueltas, pinchazo de rueda incluido, nos llevaron a un campamento con unas tiendas de campaña habilitadas con camas donde descansamos plácidamente. O no… A mitad de noche empezamos a escuchar ruidos justo al lado de la tienda, más concretamente, justo al lado de mi cabeza, y cuando abro los ojos, me encuentro con la silueta formada por la luna brillante de un enorme hipopótamo comiendo hierba a unos escasos 5 metros. Intenso, magnífico y acojonante al mismo tiempo. Valió la pena, aunque aguantar para ir al baño en estos lugares se convierte en el mayor reto que pueda existir.

Plantación de papiro
Lago salado

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *