De Sierra Nevada hasta Almería pasando por el desierto

Ya llegábamos al ecuador de nuestro viaje, pero aún faltaban, en el camino por recorrer, lugares tan espectaculares como los ya visitados y dejados atrás. La primera parada en esa mañana soleada fue el pueblo de Guadix, enclavado en las estribaciones de Sierra Nevada, con una catedral preciosa y miles de casitas de teja rodeándola. Subimos hasta lo alto de un mirador para contemplar el pueblo y las montañas nevadas al fondo.

Seguimos rodeando el Parque Nacional de Sierra Nevada y decidimos internarnos un poco hacia uno de los pueblos que forman parte de este área protegida; Abrucena. Un pueblo pequeño, enclavado en la montaña y con unas callejuelas tan estrechas que casi no conseguimos darle la vuelta al coche. Pasamos poco tiempo en el pueblo pero respiramos hondo el aire puro y frío de las montañas de la sierra sur española.

Proseguimos hacia Tabernas y su famoso desierto. Un lugar que yo tenía especiales ganas de visitar por el trabajo que realizó mi abuelo en esta zona. En los años sesenta, muchas grandes producciones de Hollywood venían a España a grabar películas, no solo por los bonitos paisajes, castillos y acantilados, sino por los precios de la mano de obra existentes en esa época. En Tabernas, mi abuelo participó en la construcción de todo un poblado del viejo oeste, con sus establos, sus cantinas, y porches característicos donde se retaban a duelo los pistoleros. A día de hoy, y debido a que ya los western no son tan populares, este lugar se ha reconvertido en un parque temático sobre el viejo oeste, y además, han surgido réplicas con la misma lógica. Nos costó encontrar el original, pero después de varias preguntas, lo encontramos, el llamado Fort Bravo. Y aunque nuestra intención era entrar, cuando nos dijeron en la puerta que costaba 30€ por persona, decidimos hacer unas humildes fotografías desde fuera e imaginar todas las aventuras que mi abuelo debió vivir construyendo este lugar.

Aunque no hemos encontrado fotos de mi abuelo en acción, aquí una de mi tío y mi madre disfrutando de su adolescencia en los decorados en el verano del 69

Pensando que habría alguna ruta que hacer en el desierto de Tabernas, nos topamos con que nadie supo explicarnos (ni encontramos información en internet) por dónde acceder para hacer alguna caminata y ver algún espacio bonito. Las mejores vistas están atravesadas por la autopista y no se han dignado a construir ningún saliente para poder parar el coche y contemplar el paisaje sin peligro de causar un accidente. En definitiva, encontramos un lugar precioso y espectacular difícil de disfrutar.

Por la tarde desembocamos en Almería, donde mi abuelo vivió esos años en los que trabajó en el Fort Bravo. Almería es sin duda la capital española de las cañas y las tapas, compitiendo por el título solamente con Granada. Comimos allí de bar en bar, paseamos por la plaza de la catedral y subimos hasta la alcazaba, uno de los monumentos árabes más importantes de la península. Desde lo alto se contempla toda la ciudad, incluido el parque de rescate de fauna sahariana que hay al otro lado de la muralla. También se ven los arrabales de la ciudad y una serie de casas entre chavola y semiderruidas que dan un poquito de miedo. En toda la ciudad estaban haciendo una campaña llamada “Almería tierra de cine” con la ruta de los lugares memorables donde se han rodado películas tan conocidas como Indiana Jones, Lawrence de Arabia o Conan el Bárbaro, y más recientemente algunos capítulos de Juego de Tronos. En la propia alcazaba hay un museo pequeño con piezas originales de todas estas películas, un tesoro! También hay una estatua de John Lennon en una de las callejuelas del centro, pues se supone que en Almería se inspiró para escribir “Strawberry fields forever”.

Jairán Al-Amiri, primer rey de la Taifa de Almería. En conmemoración al primer milenio del Reino de Almería.

Sin embargo, uno de los lugares más impactantes de la ciudad son los refugios subterráneos que se construyeron durante la guerra civil española, donde, accediendo por diversas entradas situadas estratégicamente por toda la ciudad,  te adentras en unos pasillos kilométricos y se aguardaba al cese de los ataques. Ahora estos 4 km de refugio se han convertido en museo y se pueden visitar, entrando por un punto del centro y saliendo por otro. En su interior hay hasta un pequeño quirófano y tenían capacidad para 40.000 personas, sirviendo de refugio ante los 52 bombardeos recibidos por esta ciudad en tan cruel periodo. Aún hay dibujitos de aviones de guerra y de pescados hechos por los niños que se refugiaban aquí sin entender muy bien lo que pasaba…


Fecha: 07 al 24 de diciembre de 2017

Ruta: Madrid – Monasterio de Yuste – Garganta la Olla – Plasencia – Alcántara – Cáceres – Guadalupe – Trujillo – Évora (PT) – El Rocío – PN de Doñana – Matalascañas – La Rábida – Sevilla – Ronda – Málaga – El Torcal – Antequera – Córdoba – Casabermeja – Frigiliana – Cuevas de Nerja – Nerja – Granada – Guadix – Abrucena – Tabernas – Almería – San Miguel de Cabo de Gata – La Fabriquilla – Faro de Cabo de Gata – San José – Playa de los Genoveses – La Isleta del Moro – Rodaquilar – Las Negras – El Playazo – Agua Amarga – Playa de los Muertos – Níjar – Albaricoques – Sorbas – Mojácar – Vera – Cartagena – Vélez Rubio – Vélez Blanco – Pozo Alcón – Úbeda – Jaén – Baeza – Campo de Criptana – La Alberca de Záncara – Cuenca – La Ciudad Encantada – Madrid.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *