El 31 de Enero terminé mi contribución al proyecto en el que estaba trabajando. Es decir, se terminó mi contrato. Lo normal habría sido subirme a un avión y volver a esa pista de aterrizaje que siempre me espera, a recorrer los pasillos de esa T4 madrileña y subir más de 200 escaleras mecánicas hasta reencontrarme con mi familia. Eso, repito, habría sido lo normal.
Y yo, intentando no salirme de MI normalidad, decidí quedarme. Esta vez ya no en Mecúfi, si no en Pemba, la capital de la provincia de Cabo Delgado, Mozambique. Me ofrecieron trabajar de profesor en la Facultad de Biología en la Universidade Lúrio de Pemba y acepté.
Por lo tanto, ahora estoy desde hace un par de meses inmerso en la vorágine universitaria con algunas salidas de investigación en terreno de por medio. Disfrutando la vida, como siempre, y aprendiendo a cada paso.
Espero poder subir próximamente algunas fotos-resumen de lo hecho en Mecúfi durante este año y medio. También espero poder subir en breve algunas fotos de la universidad. Me robaron la cámara y los discos duros y he perdido algunas fotos, pero otras, espero recuperarlas sin problema.