En medio del bosque chiquitano

Amanecí en San José de Chiquitos, y con calma, me dispuse a visitar la iglesia de piedra; la más grande y representativa de toda la zona. No obstante, y aunque es preciosa, no me pareció la más impresionante. Las maderas pintadas de colores de las que había visto el día anterior, tenían un encanto especial. Lo que sí me sorprendió fueron los murales y frescos característicos de la época napoleónica y con Fernando VII en el medio. Aunque no son tan antiguos, parece increíble pensar cómo los habitantes de esta zona tan remota del mundo podían gastar su tiempo en dibujar y rendir culto a alguien al que nunca conocerían. Tras disfrutar de este lugar, me dirigí al terminal de

Desde Viru Viru hasta Ezeiza, por tierra

En esta ocasión, tuve la oportunidad de hacer una ruta rápida por algunos lugares sudamericanos que hacía tiempo que quería conocer. Comenzaría con un billete de ida hasta el aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y con vuelta desde el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires (Argentina). En el camino recorrería aproximadamente 5.000 kilómetros, y vería tanta historia y paisajes tan diversos, que si no hubiese tenido siempre una cámara encima, me habría costado muchísimo recordar cada detalle. Aterricé de madrugada en Santa Cruz, dormí en el hostal que tenía reservado y madrugué impaciente por conocer esta ciudad y salir de viaje hacia rutas salvajes. Esta ciudad tiene una conformación curiosa, diseñada en círculos concéntricos

La “ribera seca” de Tiwanaku

En una rápida oportunidad en la que participé en un taller en la amazonía brasileña, tuve que hacer escala en la ciudad de La Paz, en Bolivia, para poder llegar hasta allá. Así que como de costumbre, a la ida, me di un paseíto por el mercado de las brujas y aproveché para fotografiar algunas de las mil espectaculares caras que uno allí se encuentra. A la vuelta, que tenía algunas horas más, aproveché para visitar las ruinas de Tiwanaku, una cultura que existió entre el 1580 a.C. y el 1000 d.C. aproximadamente. Se trata de una ruina bastante grande que conserva figuras, puertas y grabados muy importantes, además de algunos de los muros originales y otros restaurados. “Cuando los

Nilson Mendes mantiene vivo a Chico Mendes // Cobija histórica

Mi último viaje a la triple frontera entre Brasil, Bolivia y Perú fue más bien una despedida. Sabiendo que era mi última aproximación a este bonito paisaje traté de aprovechar el tiempo todo lo que pude, por lo que me fui a visitar el histórico pueblo de Xapurí en Acre (Brasil), lugar donde sucedió la historia del famosísimo Chico Mendes, su lucha para proteger la naturaleza y mantener el sustento de los miles de caucheros que vivían de los bosques. Las empresas ganaderas y agrícolas, tras la caída del valor del caucho, comenzaron a deforestar la zona, poniendo en peligro no estos ecosistemas amazónicos, sino también la vida de todas estas personas. Esta historia es larga, y es triste, y

Reserva de Vida Silvestre Amazónica Manuripi

Después de salir de La Paz, sobrevolando maravillosas montañas nevadas, y de ver las preciosidades andinas, el paisaje fue cambiando, tornándose cada vez menos montañoso y más verde; las nubes se acumulaban en (nunca mejor dicho) pequeños cúmulos, entre los cuales se comenzaron a asomar las serpientes rojizas del río Madre de Dios, estaba viendo desde el aire por primera vez la Reserva Manuripi, con la que debo trabajar durante los próximos años.   En la ciudad de Cobija me esperaba mi ya amigo Walter, director del área protegida, que junto con las consultoras que están trabajando para el proyecto, y Juan Carlos, técnico de la reserva, nos adentramos por tierra hacia las comunidades extractoras de castaña que allí habitan.

Parque Nacional Cotapata: montañas, horizontes y cascadas

Cerquita de La Paz, a un par de horas en minibus, esos minibuses bolivianos que ya empezaba a echar de menos, cuyos conductores escuchan música romántica y no sabes si están con resaca, se están durmiendo o simplemente cierran los ojos para concentrarse más en la conducción, se encuentra el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Cotapata. Un Parque Nacional no excesivamente grande, pero que se caracteriza por tener unas diferencias de nivel enormes (4.500 metros aprox.), por lo que puedes encontrar variados tipos de ecosistemas. Desde su pico más alto, el Illampu con 5519 metros hasta la zona baja, podemos encontrar nevados andinos, glaciares, praderas, páramos, bosque húmedo y yungas entre otros.   La carretera por la

La Paz: Desfile del Jesús del Gran Poder

En uno de los múltiples viajes que he tenido durante estos primeros meses del año, tuve que hacer escala durante un día de nuevo en la ciudad de La Paz. Yo que pensaba que simplemente pasearía un poco por el centro, iría a comer por ahí y tomaría mi vuelo… cuál fue la sorpresa que me encuentro con todas las calles principales de la ciudad cortadas, un número más alto de lo habitual de borrachos deambulando al más puro estilo “The Walking Dead” y puestos de comida y variedades por todas partes.   Se me ocurre preguntar y alguien me dice: “No sabe usted señor que hoy se celebra el gran poder?, es el desfile más grande de Bolivia después

La Paz, ¡qué cambiada estás!

Un taller organizado en La Paz me permitió tener unas horas para pasear por esta bonita ciudad “sin terminar”. Digo que está sin terminar, porque aparentemente cuando terminas de construir tu casa, tienes que notificar a la alcaldía y pagar un impuesto. Por esto, nadie termina nunca de construir, la gran mayoría de las casas no tienen pintura y muestran al espectador un color rojizo de ladrillo visto.   Después de mi paso por Bolivia en 2009 no tenía muchos recuerdos de La Paz, pues después del largo viaje desde la Amazonia brasileña en bus me cogió el frío y la altura y pasé un día entero en la cama mientras mis compañeras paseaban. Y aunque sí pude pasear y

Nómadas hacia ninguna parte

Dentro de poco vuelve a ser 28 de Noviembre, ya hace más de cinco meses que regresé de Santiago de Chile, hace un año que nos pusimos la mochila y salimos a pasear pensando que tres meses eran mucho tiempo, se acabaron mis periplos sudamericanos y se caducaron mis vacunas. Cuando marché hacia allá jamás imaginé que iba a terminar en un barco lleno de hamacas cruzándome la Amazonía y mirando las estrellas desde el pulmón del mundo. Ahora mi forma de ver el mundo es diferente, no puedo olvidarme de aquello, tampoco quiero, y no hago más que pensar en cómo podría yo seguir descubriendo lugares como aquellos toda mi vida. Ahora sé que hay pingüinos a la altura del ecuador, que existen cañones mucho más profundos que el del famosísimo

Reserva Nacional de Avaroa y Salar de Uyuni

Bueno, han sido cuatro días de no parar, de mucho madrugar y de ver millones de cosas. Hemos visto muchas lagunas de colores, infinidad de volcanes, flamencos, aguas termales, rocas volcánicas, formaciones erosionadas por el viento, pequeños pueblos perdidos en la nada, y lo más impresionante de todo, el salar de Uyuni. No tuvimos mucha suerte el día del salar, porque estaba nublado y el sol no reflejaba el blanco lo suficiente como para poder hacer unas fotos decentes, pero la inmensidad blanca de la sal se quedará en nuestras mentes para siempre. También hemos dormido en un hotel construido totalmente con sal, hemos visto vicuñas y hasta un cementerio de trenes. Nuestro guía se llamaba Pedro, conducía un jeep,

Las minas de Potosí

Después de tanto ajetreo inesperado pongo aquí cómo fue lo de las minas de Potosí. Primero pasamos por el mercado minero donde nos vendieron coca, refrescos, cigarros y galletas para darle a los mineros; allí también venden explosivos y alcohol “potable” de 96%. Nos tomamos un tapón cada uno de ese alcohol y casi morimos. Luego nos adentramos por los recovecos de esa montaña, que antaño fue una gran fuente de ingresos para la ciudad y que actualmente no tiene casi nada que explotar, donde los mineros ganan lo justo para seguir trabajando. La esperanza de vida de un minero boliviano está en los 45 años. Pasan el día metidos en la mina sin saber si es de día o

Caminito de San Pedro

Bueno, salí de Potosí hacia Uyuni sin saber si encontraría autobuses a Calama (Chile). Llegué a Uyuni a las 2 de la mañana, y en la terminal de buses había un cuarto con una mujer dormida que era la encargada de vender los pasajes; intenté despertarla pero no contestaba, así que me puse a mirar entre sus papeles y encontré que había un bus a Calama a las 5 de la mañana… bien! hubo suerte, así que esperé de 2 a 5 hasta que vino el bus, después unas terribles 5 horas de viaje hasta la frontera con el mayor de los fríos que he pasado en un bus en mi vida. En la frontera estuvimos unas 3 horas para

Cruce de caminos

Bueno, ahora estamos en Potosí, la ciudad de más de 100.000 habitantes más alta del mundo, a 4.090 msnm, alucinante, no me duele la cabeza!! Esta tarde vamos a ir a ver las minas, porque esta es una ciudad minera, ya pondré fotos de lo que ocurre por ahí, supongo que mucho alcohol, mucha coca y mucha muerte prematura, pero bueno. También hago esta entrada para informar sobre despedidas. Ayer Clara ya se despidió de nosotros y se fue hacia Oruro, donde va a ser el carnaval más importante de Bolivia y uno de los más importantes de Latinoamérica; ella ya había estado en Potosí. Después de casi un mes de convivencia con ella, nos dio mucha tristeza despedirnos, esperemos

Sucre II

Ayer caminamos un poco cuesta arriba, subimos a un lugar de Sucre llamado “La Recoleta” que es una plaza con una iglesia y un mirador de toda la ciudad. Arriba estuvimos un rato quietos contemplando la ciudad y aprovechamos para leer, escribir diarios y cosas por el estilo. Más tarde pedimos un helado de chocolate y nos lo pusieron de tuti-fruti y tuvimos que discutir un rato para conseguir que nos devolviesen el dinero, porque no sé si lo había dicho, pero en Bolivia, el cliente NUNCA tiene la razón, como debe ser, sí señor…