Cuyabeno, amazonía ecuatoriana

Vinieron mis padres de visita a Ecuador. Ya muchos años sin que ellos pisasen Latinoamérica, estaban emocionados, y sobre todo, porque esta vez iban a visitar la selva amazónica. Entre las excursiones que organizamos, fuimos a la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno, en la triple frontera Ecuador-Perú-Colombia.   Salimos desde Quito en avión, pensando que podríamos sobrevolar un poco la zona amazónica del país (que aquí llaman “el oriente”), sin embargo llovía tanto que solo vimos un mar de nubes grises que se extendía hasta el horizonte. Aterrizamos en la ciudad de Lago Agrio (Nueva Loja), y no paraba de llover. Allí nos recogieron junto a otros turistas y nos llevaron por carretera, bajo una lluvia torrencial hasta el puente

Reserva de Vida Silvestre Amazónica Manuripi

Después de salir de La Paz, sobrevolando maravillosas montañas nevadas, y de ver las preciosidades andinas, el paisaje fue cambiando, tornándose cada vez menos montañoso y más verde; las nubes se acumulaban en (nunca mejor dicho) pequeños cúmulos, entre los cuales se comenzaron a asomar las serpientes rojizas del río Madre de Dios, estaba viendo desde el aire por primera vez la Reserva Manuripi, con la que debo trabajar durante los próximos años.   En la ciudad de Cobija me esperaba mi ya amigo Walter, director del área protegida, que junto con las consultoras que están trabajando para el proyecto, y Juan Carlos, técnico de la reserva, nos adentramos por tierra hacia las comunidades extractoras de castaña que allí habitan.

Limoncocha, la laguna irreductible

Hacía tiempo que tenía ganas de conocer esta pequeña laguna de la Amazonía ecuatoriana. Se trata de una pequeña área protegida ubicada entre incontables pozos de petróleo. Apenas queda este pequeño reducto de bosque tropical acechado por las grandes empresas.   Un fin de semana que se presentaba bastante aburrido, decidí coger el coche y pegarme un viaje de 7 horas ida y siete horas vuelta, por lo que pasé más tiempo en carretera que visitando el área. Sin embargo ese sábado fue especial, resulta que el centro de investigación del SEK que está en las instalaciones de la reserva, estaba dando unas capacitaciones a guardaparques de Limoncocha y otras áreas protegidas de la provincia. Así que me colé, asistí

Paseo express sobre el río Negro

Tuve la suerte de participar en un evento en Manaus, Brasil, hace unos meses. Si recuerdan, yo ya pasé por aquí hace unos años, atravesando ríos hasta esta curiosa ciudad amazónica, donde visité la hermosa ópera colonial y paseé por su paseo marítimo.   Esta vez navegamos por el Río Negro y visitamos algunas de las aldeas afincadas a sus orillas del Parque Nacional de Anavilhanas, con categoría de uso sostenible.   Pudimos visitar una comunidad que se dedica al cultivo de mandioca (yuca) y a la producción de farofa, una especie de harina de mandioca tostada que se echa para aderezar las comidas. También pasamos por un lugar terriblemente hortera donde los turistas (principalmente nacionales) se dedican a meterse

Primeros pasos en el Oriente

El Oriente, así es como llaman en Ecuador a todo lo que queda del lado Este de la cordillera de los Andes. El Oriente o Amazonía en la mayoría de los casos, pues según bajas la montaña te vas adentrando en bosques húmedos tropicales y riachuelos que desembocan en su mayoría en el inmenso Amazonas.   Cuando llegué a Ecuador escuché rumores de que mi profesor de biología marina en la universidad, estaba por aquí. Pocos profesores son los que se recuerdan, y este fue especial. Juan Junoy; con él podías aprender a la vez que te reías; con él pudimos viajar a Galicia durante una semana, suponiendo esta la mayor salida de campo de toda la carrera, y con

La pá, la pá, la pá, La Paaaaz

Por fin nos encontramos en la Paz, la capital más alta del mundo, y como era de esperar, vuelve a dolerme la cabeza y el estómago, maldito mal de altura. Las chicas están bien, debe ser que los de Madrid somos unos flojos… Llegamos de Porto Velho a Guayaramerin en autobús (cinco horas) y cruzamos la frontera Brasil/Bolivia. La policía internacional no abría hasta las ocho de la mañana para ponernos el sello de ingreso al país, y el único autobús a la Paz salía a esa misma hora, así que dimos el bus por perdido y pensamos en hacer noche allí, pero por si acaso, después del sello, fuimos a la terminal de bus, y encontramos que el bus

Manaus

Llegamos a Manaus, ilusionados, esperando continuar nuestro viaje hasta el sur, a Porto Velho y de ahí a Bolivia. En todos los mapas que consulté aparecía dibujada una carretera de Manaus a Porto Velho, y miré muchos mapas y muchas páginas web, pero qué es lo que pasa cuando llegas aquí?? Te dicen que esa carretera ya no hay buses que quieran hacerla porque está muy deteriorada, y claro, es normal, porque a quién se le ocurre hacer una carretera que cruce toda la Amazonía?? hay que estar loco. Tras unos primeros momentos de bajón y de indecisión bajo la lluvia torrencial correspondiente a estas fechas en la selva, decidimos mirar vuelos. Al final hemos encontrado uno barato para el

Mercado flotante de Belen (Iquitos)

Esta mañana, antes de irnos de aquí hemos ido a navegar entre las casa flotantes del barrio iquiteño de Belén, hacía tanta humedad que la cámara se me empañaba y no salían las fotos. Aquí dejo las que he podido hacer. Hasta dentro de unos días. PD: PARA TODOS AQUELLOS QUE QUIEREN VENIR A VERME A SANTIAGO Y DICEN QUE EL PASAJE ES MUY CARO, POR SI OS INTERESA, HA ENCONTRADO MI MADRE UNA OFERTA PARA VIAJAR CON IBERIA POR 480 EUROS IDA Y VUELTA SI SE COMPRA EL BILLETE ANTES DE NO SE QUÉ FECHA DE FEBRERO. ENTRAD A LA WEB DE IBERIA Y MIRADLO.

El sonido de la selva

Recién regresamos de la selva. Para mi la experiencia más grande del viaje. Preguntamos en la agencia de enfrente de nuestro hostal, se llama “Loving Light” y primeramente entramos para informarnos de cómo era eso de “la selva”. Nos empezaron a contar que hay unas cosas llamadas lodge en mitad de la selva donde llevan a los turistas; es una especie de hostal con todas las comodidades. Nosotros no estábamos interesados en algo tan turístico y preguntamos más. Al final, Ulises, que es el hombre que lleva la agencia, nos dijo que podría llevarnos a casa de su primo que vive en un pueblito llamado Puerto Miguel, en medio del río Yarapa. Al final nos fuimos dos días con su

Yurimaguas, hamacas, humedad, y horarios en la selva

Emitiendo desde Yurimaguas. Se supone que esto no iba a ser así, porque en teoría, hoy llegábamos aquí y directos tomábamos uno de los barcos diarios hasta Iquitos, pero resulta que el barco diario no sale hasta mañana… y a ver si es cierto, porque hemos conocido a gente que ayer les dijeron que salía ayer sin falta, y a la tarde les dijeron que finalmente salía hoy, y hoy, pues eso, que salía mañana…. veamos qué nos depara el futuro. De momento estamos tomándolo con calma, sin estreses, y aguantando el calor y la humedad. Mucho mosquito no hay, aunque ya estamos tomando las pastillas de la malaria y echándonos bien de repelente, por si acaso. Hemos comprado unas

Chachapoyas y tantas cosas

Chachapoyas, ese lugar de peculiar nombre en el que no esperábamos encontrar demasiado, resultó ser un pequeño pueblo rodeado de espectaculares restos pre-incas. Mucho que ver y demasiado poco tiempo, pero bueno, vimos lo imprescindible. Tomamos un tour con guía y a mitad de camino reventamos rueda, el gato de la furgoneta estaba estropeado y paramos a un coche, en el que casualmente viajaba el presidente de la región, que amablemente nos prestó su gato y nos dio la mano a todos. Votaremos por él en las siguientes elecciones, seguro. Las enormes ruinas que Kuélap, de la cultura chachapoya, que significa “hombre de los bosques”. Es una ciudad más grande que Machu Picchu, o al menos creo que es más

Lima y sus playas

Llegamos a Lima, como ya dije, y Sandra y su familia nos han tenido a cuerpo de rey, ambiente familiar y buenos ratos, incluida una comida en un restaurante asador de pollos, era lo que necesitábamos para descansar un poco en el ecuador de este largo viaje. Muchas muchas muchas gracias Sandra & family! Vimos el centro de Lima, la iglesia de San Francisco y sus catacumbas que sirvieron antaño de cementerio municipal, muy interesante; lástima que esté prohibido hacer fotos con o sin flash. Vimos Miraflores, el barrio de moda en Lima y sus miradores hacia las playas. De ahí nos fuimos a San Bartolo a una casa en la playa, donde hemos pasado un par de días. Exceso