Chachapoyas y tantas cosas

Chachapoyas, ese lugar de peculiar nombre en el que no esperábamos encontrar demasiado, resultó ser un pequeño pueblo rodeado de espectaculares restos pre-incas. Mucho que ver y demasiado poco tiempo, pero bueno, vimos lo imprescindible. Tomamos un tour con guía y a mitad de camino reventamos rueda, el gato de la furgoneta estaba estropeado y paramos a un coche, en el que casualmente viajaba el presidente de la región, que amablemente nos prestó su gato y nos dio la mano a todos. Votaremos por él en las siguientes elecciones, seguro. Las enormes ruinas que Kuélap, de la cultura chachapoya, que significa “hombre de los bosques”. Es una ciudad más grande que Machu Picchu, o al menos creo que es más

Trujillo y sus ruinas preincas

Llegamos a Trujillo muy temprano y nos costó encontrar un hostal barato, resulta que este fin de semana es la final de Marinera, el baile típico de la costa peruana, y todos los buses y hostales estaban repletos; de hecho para venir, tuvimos que pasar por otro pueblo cercano porque no encontramos autobús directo hasta aquí. El hostal carcelario en el que hemos estado tiene su encanto, pondré una foto de la habitación y omito la del cuarto de baño de hombres… A la tarde fuimos a ver las ruinas Huaca Arcoíris y la ciudad Chan Chan, ambas de la cultura Chimu, todas hechas de adobe, una maravilla. La ciudad tiene muchas hectáreas, pero solo se visita uno de los