Agua azul turquesa en Plitvice

Esta mañana tuvimos suerte y el sol pegaba con fuerza desde bien temprano. La decisión de dejar para otro día este hermoso parque al encontrarlo con lluvia, valió la pena. Entramos temprano y nos volvimos un poco locos para elegir la ruta adecuada, pues el parque está organizado por diferentes tipos de caminos clasificados por tiempo y dificultad. Sin embargo muchos de ellos se cruzan y acabamos haciendo un híbrido entre dos rutas de dificultad y longitud media. Todo está organizado en pasarelas bastante cómodas y hay barco-taxis que puedes coger en cualquier momento para desplazarte de un lugar a otro. Igualmente hay un trenecito que te trae desde el final del camino hasta la entrada principal, por lo que

Llegando a Eslovenia: dragones, cuevas y castillos

Amanecimos en Rovinj (Croacia) y buscamos dónde desayunar mientras paseábamos por todo el pueblo. Juan se bañó de nuevo en el agua helada de la mañana adriática y disfrutamos de un agradable paseo por sus calles antes de dirigirnos hacia Eslovenia. La primera parada eslovena después de pasar la frontera fue en la ciudad de Piran, el punto más occidental del país y única salida al mar de este. Es la parte de la península de Istria que sigue siendo eslovena; y su casco antiguo es muy parecido a las ciudades que veníamos visitando los últimos días. Casas antiguas con techos de teja, altas iglesias con campanarios elevados y callejuelas laberínticas empedradas. La parte histórica es muy colorida y moderna

Istria encantadora

Aunque la noche en Plitvice había sido estrellada, se levantó un fuerte viento y amaneció con una tormenta horrible. Después de un buen rato de discusión y de estudio de las opciones que teníamos, decidimos cambiar la ruta; visitar la peninsula de Istria antes de tiempo y regresar a esta lugar un par de días después, donde se indicaba que el clima mejoraría. Lo que sabíamos es que este parque nacional teníamos que verlo, y teníamos que verlo sin lluvia. Así que cogimos el coche y nos fuimos directos hasta Pula, al sur de la península de Istria, que ha sido tradicionalmente habitada por muchos pueblos y que hasta el fin de la segunda guerra mundial, perteneció en su totalidad

Parque Nacional Krka

Split por la noche, como dije en la entrada anterior, es algo mágico. Dentro de las murallas del casco histórico, es una ciudad fresca, con ambiente agradable y músicos callejeros que le aportan un toque excepcional. Por la mañana nos recibió con un sol estupendo, con calor y con poca gente. Paseamos un poco para ver con luz lo que habíamos recorrido por la noche, subimos hasta el campanario de la catedral, y las campanas repicaron brutalmente cuando estábamos subiendo por la escalera que las rodea; casi morimos de un infarto, pero una vez arriba, las vistas de la ciudad, el puerto y el mar Adriático, merecieron la pena. Posteriormente nos fuimos hasta el Parque Nacional Krka (¿alguien sabe cómo

La ruta de las mezquitas

Amanecimos en Sarajevo, donde habíamos reservado un free tour con Adis Hamzić. Este chico, con muchísimos conocimientos de historia nos llevó a pasear por las calles de la ciudad contándonos con mucho detalle algunos de los últimos eventos acontecidos en la historia reciente de la ciudad; desde el asesinato del archiduque del Imperio Austrohúngaro que dio inicio a la primera guerra mundial en 1914 hasta la última guerra balcánica que supuso la desintegración de Yugoslavia. Paseamos por las calles principales, conociendo los mercados de antigüedades, el antiguo bazar, el puente latino, la mezquita Gazi Husrev-beg, del siglo XVI y la más grande del país. Nos explicó sobre la historia de Vijećnica, un edificio precioso que ahora funciona como ayuntamiento, pero

Bosques y montañas en Bosnia y Herzegovina

Despertamos temprano en Dubrovnik; Juan se fue él solo más temprano todavía para ver la ciudad con menos gente. Este truco suele funcionar hasta en las ciudades más concurridas. El mejor momento para unas buenas fotografías sin riadas de turistas suele ser entre las 6:00 y las 7:30 de la mañana. Después de pasear un buen rato por la mañana, nos pusimos a hacer cola a pleno sol para subir al teleférico que te lleva hasta un mirador de la ciudad. Los taxistas se amontonaban en la cola para captar clientes convenciéndoles de que era más barato subir varios en un taxi que pagar tres entradas al teleférico. Tras preguntarles por el estado de la carretera, nos confirmaron que estaba

Las fortalezas dálmatas: Kotor y Dubrovnik

Amanecimos en Kotor y nos quedamos boquiabiertos con la bahía sobre la que está construido y las montañas que la rodean. Caminamos hasta la puerta de entrada a la zona amurallada y alucinamos porque justo en frente, entre diversas embarcaciones había un crucero gigantesco estacionado. Tan grande que uno se plantea por dónde puede entrar hasta ahí semejante monstruo. Paseamos un rato por el casco histórico y disfrutamos de las callejuelas semi vacías debido a que era bastante pronto. Esta ciudad me resultó muy bonita y agradable para pasar un rato perdiéndose entre sus calles. Con iglesias escondidas entre sus estrechos pasajes y con ropa recién lavada secándose al relente de la mañana. Una de las visitas obligadas de Kotor

Balcanes road trip

Hace varios años que con Juan Ceñal, veníamos planteándonos una ruta balcánica de aproximación; algo que nos permitiese echar un primer vistazo a esta zona tan emblemática de Europa  para hacernos una idea inicial y volver, quizás, en un futuro a profundizar en alguno de los países que la componen. Finalmente, y tras ponernos 2018 como fecha límite para hacerlo, conseguí convencer a Vero para que nos fuésemos los tres a la aventura. Esto supuso meses de preparación, de leer blogs, guías de viaje y literatura; además de, por supuesto, preguntar a amigos/as que ya habían estado por la zona.  En un primer momento pensamos en viajar a Venecia (por precio de vuelo) y desde allí movernos, pero después, averiguando,  y