Bosques y montañas en Bosnia y Herzegovina

Despertamos temprano en Dubrovnik; Juan se fue él solo más temprano todavía para ver la ciudad con menos gente. Este truco suele funcionar hasta en las ciudades más concurridas. El mejor momento para unas buenas fotografías sin riadas de turistas suele ser entre las 6:00 y las 7:30 de la mañana. Después de pasear un buen rato por la mañana, nos pusimos a hacer cola a pleno sol para subir al teleférico que te lleva hasta un mirador de la ciudad. Los taxistas se amontonaban en la cola para captar clientes convenciéndoles de que era más barato subir varios en un taxi que pagar tres entradas al teleférico. Tras preguntarles por el estado de la carretera, nos confirmaron que estaba

Las fortalezas dálmatas: Kotor y Dubrovnik

Amanecimos en Kotor y nos quedamos boquiabiertos con la bahía sobre la que está construido y las montañas que la rodean. Caminamos hasta la puerta de entrada a la zona amurallada y alucinamos porque justo en frente, entre diversas embarcaciones había un crucero gigantesco estacionado. Tan grande que uno se plantea por dónde puede entrar hasta ahí semejante monstruo. Paseamos un rato por el casco histórico y disfrutamos de las callejuelas semi vacías debido a que era bastante pronto. Esta ciudad me resultó muy bonita y agradable para pasar un rato perdiéndose entre sus calles. Con iglesias escondidas entre sus estrechos pasajes y con ropa recién lavada secándose al relente de la mañana. Una de las visitas obligadas de Kotor