La Paz, ¡qué cambiada estás!

Un taller organizado en La Paz me permitió tener unas horas para pasear por esta bonita ciudad “sin terminar”. Digo que está sin terminar, porque aparentemente cuando terminas de construir tu casa, tienes que notificar a la alcaldía y pagar un impuesto. Por esto, nadie termina nunca de construir, la gran mayoría de las casas no tienen pintura y muestran al espectador un color rojizo de ladrillo visto.   Después de mi paso por Bolivia en 2009 no tenía muchos recuerdos de La Paz, pues después del largo viaje desde la Amazonia brasileña en bus me cogió el frío y la altura y pasé un día entero en la cama mientras mis compañeras paseaban. Y aunque sí pude pasear y

Geiseres del Tatio, Valle de la Muerte y Valle de la Luna

Desde San Pedro, caminamos hasta unas ruinas llamadas Pukara de Quitor, y dimos un paseo por ellas, algo tranquilo porque al día siguiente habíamos contratado un tour para ver el grandioso desierto de Atacama. Nos despertamos a las 4 de la mañana y pasamos todo el día viendo cosas en los alrededores. Es una inmensidad rocosa y calurosa durante el día, pero por la noche alcanza temperaturas de muchos grados bajo cero, así que tuvimos que ir preparados para todo. En los géiseres vimos el amanecer humeante y nos bañamos en unas aguas termales con un ligero olor a azufre, pero bien calentitas. Pasamos el día paseando por los lindos paisajes llenos de llamas e incluso comimos un anticucho de