Iguaçu desde Brasil
Hice noche en la pequeña ciudad de Foz do Iguaçu, donde diversos turistas recorrían las calles principales en busca de picanhas, caipirinhas y cervezas bem geladas. El calor pegaba duro, y aunque me había imaginado una suerte de pueblo turístico repleto, me sorprendió que finalmente no eran tantos. Madrugué y cogí un autobús hasta la entrada al Parque Nacional do Iguaçu, donde, ahí sí, cientos o miles de extranjeros se abalanzaban sobre las taquillas para comprar sus boletos. Cientos de diversas actividades son ofrecidas y uno se queda aturdido ante tanta opción. Averigüé que en el interior también se podían comprar tickets, por lo que finalmente decidí comprar la entrada sencilla y pensar en las otras actividades durante el camino.