Llegamos sin grandes complicaciones a la carísima ciudad de “El Calafate” y después de mirar todos los tours posibles, autobuses y transportes que van hacia el parque nacional de los glaciares, llegamos a la conclusión de que era demasiado caro (recuerden que somos estudiantes y cada centavo cuenta).
Al final, charlando con los artesanos encontramos a un chico que nos llevaba en su furgoneta a un módico precio (la mitad de lo que costaba la opción más barata) así que nos ha salido redonda la jugada. Añado también por si hay algún interesado en ir al Perito, que si se va antes de las ocho de la mañana no cobran entrada al parque, así que a las seis y media de la mañana estábamos saliendo del Calafate (así también nos evitamos la aglomeración de turistas a partir de las 10 de la mañana).
Ya visto el glaciar y disfrutado del frescor de esta zona, nos disponemos a realizar un viaje de 28 horas hasta Bariloche, desde allí pretendemos ir al Bolsón para posteriormente volver a cruzar la frontera y pasar a Chile a Chiloé, una pequeña isla de la que hablaré cuando esté por allá.
De esta etapa poco más que contar, que el glaciar seguía aquí, tal y como lo dejé y que toda esta zona es muchísimo más bonita en invierno, con todo nevado.
PD: Se me olvidaba decir, que lamentablemente aquí llega la despedida de Ralf, él tiene vuelo de vuelta hasta Santiago desde el sur, y se va a ir al Chalten y a Ushuaia, así que esta noche será una triste despedida después de cinco meses conviviendo con él…
Hola Sergiotee! Soy tu prima Helena! pues nada, que sepas que me leo tu blog a menudo y eso para ver que cositas haces por ahi y que me alegro que todo te este yendo bien! un besote muy grande y otro de mi madre! cuidate muchoo!