Hoy he vuelto a casa en un autobús en el que el conductor iba con los auriculares y no funcionaba el “parada solicitada”, había que gritarle cuando te querías bajar. Después de avisarle en mi parada he cruzado un paso de cebra cuya luz del semáforo tenía el verde y el rojo encendido a la vez. He cruzado con precaución.