Este fin de semana ha caído la graaan lluvia. Una lluvia que no ha parado en dos días. Pero no una lluvia de esas de las que conocemos en España, flojitas y con un granizo gordo de vez en cuando. Aquí, cada gota es como un cubo de agua directo a la cabeza, y como dije, no ha parado durante dos días. La tierra no ha podido tragar más y se ha saturado, los ríos han crecido y han subido por encima de los puentes y las carreteras; las carreteras y los puentes se han roto y se han caído. Las comunidades se han inundado y los campos de cultivo se han anegado. Una locura, pero desde San Salvador, en la ciudad, sin salir de casa, no parecía para tanto…
Hoy nos hemos ido a las comunidades donde trabajamos, y hemos estado con los desplazados, llevando agua y en principio íbamos a hacer una evaluación de daños, pero hay lugares a los que es imposible el acceso… así que poco hemos podido hacer.
La frontera con Guatemala está cortada porque el puente que cruza el río Paz se ha venido abajo. Dicen que allí ha sido peor, porque a todo esto hay que sumarle la erupción del Pacaya, el volcán al que subí hace unos meses. Una locura. Dejo testimonio fotográfico para que se hagan una idea…
siempre hay alguno que saca partido del desastre, aquí vemos a los pescadores teniendo un día productivo…
Te habrás empapado¡¡¡¡
Que canteo¡¡¡¡
que pasada ser!! en serio, erupcionó el pacaya???tus fotos me ponen los pelos de punta! no pierdas facultadades! muchos besikos
ana
Es impresionante!!
cuidate!
JOe…qué agujeritos…
besos