Hice noche en la pequeña ciudad de Foz do Iguaçu, donde diversos turistas recorrían las calles principales en busca de picanhas, caipirinhas y cervezas bem geladas. El calor pegaba duro, y aunque me había imaginado una suerte de pueblo turístico repleto, me sorprendió que finalmente no eran tantos.
Madrugué y cogí un autobús hasta la entrada al Parque Nacional do Iguaçu, donde, ahí sí, cientos o miles de extranjeros se abalanzaban sobre las taquillas para comprar sus boletos. Cientos de diversas actividades son ofrecidas y uno se queda aturdido ante tanta opción. Averigüé que en el interior también se podían comprar tickets, por lo que finalmente decidí comprar la entrada sencilla y pensar en las otras actividades durante el camino.
Lo primero que uno hace es subirse a un trenecito. Aunque estuve en el lado argentino de las cataratas hace unos 14 años, y puede que haya cambiado mucho, el lado brasileño me pareció mucho más moderno que el que ya conocía. Este tren te lleva por una carretera bastante despacio mientras te cuenta todas las bondades del parque, las hectáreas que tiene, los tipos de ecosistema y toda la biodiversidad que en él habita.
Llegué hasta la parada donde iniciaba el recorrido a pie, e inmediatamente se encuentra el primer mirador hacia las cascadas, impresionante. Acerté llevando el trípode, y entre cientos de turistas me hice un hueco para poder contemplar con calma los millones de litros de agua que pasan por aquí cada segundo.
Fui poco a poco haciendo el recorrido, con miradores más y menos bonitos, más y menos llenos de turistas, y alrededor de todos ellos, los coatíes correteando y buscando qué robarnos de las mochilas. Otros animales como tucanes, lagartos y cientos de aves, se pueden ver en todas direcciones.
En un punto, se accede a una pasarela que te mete hasta bien profundo dentro del complejo de cascadas, donde una neblina de vapor de agua te cubre por completo y te empapa. Pude acceder hasta el final y disfrutar de las bonitas vistas. Desde luego, Brasil tiene las vistas, aunque Argentina tenga la garganta del diablo. En este punto, hay una cola para subir por un ascensor hacia otro mirador, sin embargo, la cola era tan larga que decidí subir caminando por un sendero que salía por el bosque.
Esta decisión fue la más acertada de toda la ruta, pues fue la zona con menos personas, más calma y más coatíes en su salsa. Pude hacerles cientos de fotos mientras jugueteaban en los árboles y se peleaban con unos pájaros. Fue un momento muy agradable y tranquilo.
Después de llegar hasta lo alto y disfrutar del último mirador, tomé la decisión de ir a hacer una actividad con barcas que te llevan hasta los pies de las inmensas cascadas. Esta actividad, conocida como “Macuco Safari”, lleva el mismo nombre del sendero Macuco, que se encuentra justo al otro lado del río Iguazú en el lado argentino, y que yo ya había hecho cuando estuve, y que además, fue la parte que más me gustó aquella primera vez en Sudamérica.
Este safari comienza también con un trenecito que te introduce por la selva hasta la orilla del río, y una vez allí, subes a unas barcas. Te dan a elegir el “Safari mojado” o el “Safari seco”. Evidentemente, y debido a mi interés en fotografiar, decidí hacer el seco, siendo un viejito y yo los únicos que elegimos esta opción. Las vistas son fabulosas y pude disfrutar como un enano sin la necesidad de empaparme entero…
Esa misma tarde regresé a Foz, donde me subí en un bus hasta Porto Alegre, lugar en la que haría trasbordo en dirección Uruguay. Me esperaba un viaje muy largo de casi una jornada completa, pero los días iban pasando y yo debía regresar a Ecuador desde Buenos Aires.
Fecha: 1-18 de Noviembre de 2018
Ruta: Santa Cruz de la Sierra (BO) – San Javier (BO) – Concepción (BO) – San José de Chiquitos (BO) – Chochis (BO) – Santiago de Chiquitos/Valle de Tucabaca (BO) – Corumbá (BR) – Passo do Lontra/Pantanal Sul (BR) – Bonito (BR) – Recanto Ecológico Rio da Prata (BR)- Pedro Juan Caballero (PY) – Asunción (PY) – Yaguarón (PY) – Encarnación (PY) – Trinidad (PY) – Jesús de Tavarangüe (PY) – Foz do Iguaçú (BR) – Porto Alegre (BR) – Rio Branco (UY) – Montevideo (UY) – Colonia del Sacramento (UY) – Buenos Aires (AR)