Recuerdo a los lectores la falta de acentos en este teclado.

Hoy y ayer los hemos pasado en el cañón del Colca, que como dije es el segundo cañón más grande del mundo, lleno de terracitas de cultivo tradicionales incas, millones de pequeñas mujeres más fuertes que 100 europeas, cargadas de sacos inmensos con vete usted a saber que y en otras ocasiones niños a los que ni se les ve la cabeza asomar. Hombres pequeños y sonrientes con pocos dientes pero a la vez sonrisas preciosas, tostados por el sol y acostumbrados a la altura. Nosotros a los 4800 metros ya no podemos respirar a gusto, y eso que acabamos de empezar, mañana en Puno superaremos la barrera de los 5000, hay que acostumbrarse, claro. De momento estamos tomando mates de coca y hemos comprado una bolsita con hojas para los casos de emergencia, de alguna forma hay que aclimatarse!!

Aquello ha sido un paraíso natural, nos hemos quedado sin ver los famosos cóndores, y eso que les hemos esperado en los miradores donde supuestamente se ven, pero hoy no han querido mostrarse a nosotros, así que nos conformamos con saber que siguen existiendo.

En Arequipa vimos a Sarita, una niña que fue sacrificada por los incas hace ya algunos años en la cima del volcán Sari Sari, y que se encuentra congelada y conservada en una vitrina del museo de los santuarios andinos.

Mañana a las 8 de la mañana salimos hacia Puno, así que Ana, si lees esto, calcula que son cinco horas de viaje y estaría bacán que aparecieseis en la estación a recogernos, verdad??