Regresando a Ecuador, nos embarcamos con amigos un fin de semana a un festival de música que pintaba entretenido y que en realidad fue bastante mediocre. Lo pasamos bien de todas formas, pero lo más importante fue la visita que hicimos al famoso Chimborazo y a la ciudad de Riobamba.
Esta ciudad siempre había pasado desapercibida para mí, lugar de paso hacia otros lugares y que sin embargo oculta unas bellezas coloniales que nunca me habría esperado. Paseamos conociendo las callejuelas, la plaza, el colegio Maldonado o la estación de tren. La “Sultana de los Andes” fue fundada en 1534 siendo la primera fundación española en lo que ahora es Ecuador.
Ir a Riobamba y no visitar el mercado de la Merced es como no haber ido. Allí puedes degustar el fantástico hornado; bastante impactante para los turistas extranjeros, pues exhiben el cerdo entero que ha pasado toda la noche al horno. Esta delicia es servida con mote y llapingachos.
En este mismo mercado puedes tomarte un rico jugo de frutas enfriado con hielos traídos directamente desde los glaciares de lo alto del Chimborazo. El señor Baltazar Ushca es el último hielero del Chimborazo, que sube cada día para traer hielo a la ciudad. Con la aparición del hielo industrial, sus compañeros fueron desistiendo, y con su muerte, este oficio ancestral, desaparecerá.
El New York Times hizo un pequeño documental de 15 minutos que cuenta su historia. Os lo recomiendo.
El domingo antes de regresar a Quito fuimos a visitar el propio volcán Chimborazo, que pasa casi siempre nublado. Tuvimos muy mala suerte porque no se abrió el cielo hasta el final, cuando ya nos estábamos yendo, y se despejó bastante poco. Lo fantástico de este lugar es que en realidad es el punto más alejado del centro de la tierra, por lo que podríamos decir que es el punto más cercano al espacio exterior.
Este magnífico volcán está prácticamente en el ecuador, y mide 6.310 metros sobre el nivel del mar, bastantes metros menos que el famoso Everest, el que toda la vida nos han vendido como el más alto. Sin embargo el Chimborazo se encuentra a 6384 km del centro del planeta, lo que supone 2 kilómetros más que el Everest. Muchos escaladores sueñan con subir a lo alto, y realmente es mucho más accesible que otros famosos colosos montañosos, pero aun así, en el campamento base se pueden ver una multitud de lápidas con los nombres de los montañistas fallecidos en el intento. Una experiencia única dentro de un área protegida, la Reserva de Producción de Fauna Chimborazo, con unas poblaciones de vicuña preciosas que te hacen más idílico si cabe el paisaje.
Estupendo blog.
Espectaculares fotografías.
Te vi en la blocoteca y si no recuerdo mal llegaste a la final en alguna edición.
Dejo también mensajito en dicha blogoteca.
Un saludo soñador desde Alcalá.