Parque Nacional de Gorongosa
Nos montamos en aquella chapa con forma de autobús soñando que sería más cómoda que la anterior, y sin embargo, la maleta sobre nuestras piernas impedía la circulación sanguínea de cintura para abajo gangrenando progresivamente la mitad de nuestro cuerpo. Aguantamos, sobrevivimos a ese infierno móvil con más paradas que kilómetros recorridos y pasamos la noche en Nampula, donde descansamos estupendamente hasta el día siguiente. Allí nos esperaba un viaje en avión hasta Beira, provincia de Sofala, para visitar el Parque Nacional de Gorongosa. Este parque, antes de la guerra era un sueño de la biodiversidad africana, sin embargo, una de las bases militares de la guerra se montó nada más y nada menos que en mitad del parque,