Entomología en Gorongosa / Menos mal que nos queda Portugal

Ni estaba de parranda ni estaba muerto ni estaba tomando cañas. Estaba, simplemente, estaba. Nunca me fui. Así es, y así espero que siga siendo!  Estas navidades tuve la oportunidad de disfrutar de unas merecidas vacaciones de profesor de dos meses. Volví para Madrid, después de un año sin salir de Mozambique. Esto supone un gran cambio en muchos aspectos. Amigos viejos que siguen ahí, amigos viejos que volvieron igual que yo, por un periodo corto para regresar después al lugar donde se buscan la vida, y amigos nuevos que han aparecido en mi ausencia. Los bares, en cualquier esquina hay bares, los supermercados, también en cualquier esquina y donde puedes comprar todo tipo de productos vegetales, animales, químicos y

Parque Nacional de Gorongosa

Nos montamos en aquella chapa con forma de autobús soñando que sería más cómoda que la anterior, y sin embargo, la maleta sobre nuestras piernas impedía la circulación sanguínea de cintura para abajo gangrenando progresivamente la mitad de nuestro cuerpo. Aguantamos, sobrevivimos a ese infierno móvil con más paradas que kilómetros recorridos y pasamos la noche en Nampula, donde descansamos estupendamente hasta el día siguiente. Allí nos esperaba un viaje en avión hasta Beira, provincia de Sofala, para visitar el Parque Nacional de Gorongosa.   Este parque, antes de la guerra era un sueño de la biodiversidad africana, sin embargo, una de las bases militares de la guerra se montó nada más y nada menos que en mitad del parque,