De la paz más absoluta al completo desorden – Lago Bunyonyi y Kampala
María y Martina ya debían regresar a casa, sus vacaciones eran algo más cortas que las mías y las de Montse, por lo que decidimos ir al recóndito lago Bunyonyi, casi en la frontera con Rwanda para tener una última jornada de relax aislados del mundo. La guía que llevábamos no fue capaz de describir en palabras la maravilla que es este lugar. Únicos turistas en la zona y un hotel en una preciosa isla, donde el fresquito de las montañas te animaba a pasar la noche con una copa de vino. El agua caliente salía de unos bidones bajo una hoguera, y la neblina mañanera, mezclada con los pájaros cantando invitaban a quedarse al menos una semana. Aquí