Kosovo, una llanura
Despertamos en Pec, y a una hora que consideramos prudente, las 7:30, salimos a desayunar. Recorrimos diversas calles y no encontramos más que cafeterías que no servían comida, solo café. Y una multitud de hombres tomaban café mientras entablaban lo que parecían, agradables conversaciones viendo la vida pasar. Finalmente en una de estas cafeterías, un señor que hablaba español porque trabajó en un barco por todo el mundo, nos explicó que ellos desayunan en casa a las 6 de la mañana y que ya a estas horas, se dedican al café. Gracias a él nos prepararon unas tortillas francesas y unos zumos, que nos permitieron iniciar la mañana con fuerzas. Este señor, también nos explicó, que si seguíamos por la