y al final te estaré esperando…
Maputo estaba esperándome. Después de más de tres años en Mozambique, aún no conocía la capital del país. Refugiado en la zona norte, soñaba con las maravillas de la gran ciudad. Me imaginaba Maputo como un Nueva York a la africana, un paraíso terrenal donde podría acceder a todos los lujos que necesitase. Y así era, una preciosa ciudad con todo tipo de arquitecturas mezcladas, con mozambicanos vestidos a la última moda (entiéndase “última moda africana”!). Restaurantes de todo tipo y un bar en cada esquina. ¿Puede ser que me recuerde a Madrid? No sé, pero me sentí como en casa. Sí, debo reconocerlo, soy un chico de ciudad y Pemba no deja de ser un pueblecito costero donde