Maputo estaba esperándome. Después de más de tres años en Mozambique, aún no conocía la capital del país. Refugiado en la zona norte, soñaba con las maravillas de la gran ciudad. Me imaginaba Maputo como un Nueva York a la africana, un paraíso terrenal donde podría acceder a todos los lujos que necesitase.
Y así era, una preciosa ciudad con todo tipo de arquitecturas mezcladas, con mozambicanos vestidos a la última moda (entiéndase “última moda africana”!). Restaurantes de todo tipo y un bar en cada esquina. ¿Puede ser que me recuerde a Madrid? No sé, pero me sentí como en casa. Sí, debo reconocerlo, soy un chico de ciudad y Pemba no deja de ser un pueblecito costero donde pasar las vacaciones…. pero vivir de vacaciones, alguien lo soportaría? A veces es necesario volver al stress de la gran ciudad.
La visita para nada estaba relacionada con algo de ocio, de hecho el viaje era para pasar solo dos noches y asistir a unas reuniones, sin embargo, mi subconsciente no paraba de decirme “Sergio, cambiar el vuelo de vuelta no es delito, puedes hacerlo…Sergio…Sergio…” y acabé haciéndolo, así que me quedé tres días más. Aproveché para pasear por la capital y para ir a la zona sur del Parque Kruger en Sudáfrica, siempre en buena compañía, por lo que lo disfruté al máximo.
Encantado me hallo, por lo que volveré en diciembre a pasear un poco más. Mientras tanto, aquí os dejo unas fotos.
Y ahora unas pocas de Kruger, para no ser cansino con los animalitos pondré también unas montañas curiosas que encontramos en el camino.
que bonita!
Que chulas las fotos! y que puta envidia tanto bicho! Al final tendré que ir al kruger…
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Sergius! Me has hecho acordar que en Iquitos también había una casa de Eiffel, te acuerdas? Leerte y ver tus fotos me teletransporta mientras sigo presa en Barcelona,
Un abrazo bien grande