Amish way of life

Por la mañana fuimos a recoger el coche que teníamos reservado, que no recuerdo cuál era, pero nos dieron un flamante Nissan Qashqai, maravilloso y lleno de complementos, por lo que nuestros teléfonos se podían conectar vía bluetooth para poner todas las listas de reproducción que llevábamos preparadas. Un coche alto, bastante amplio, de marchas automáticas y economizador de combustible, por lo que estábamos listos para circular por las suaves carreteras de Estados Unidos y Canadá. Nuestra primera parada fue en un pueblo en la frontera entre Indiana y Michigan, llamado Middlebury, donde no vimos prácticamente a ningún Amish, aunque se suponía que este lugar era uno de los epicentros de Estados Unidos donde se concentraban. Eso sí, comimos en