A partir de esta entrada pasaré un tiempo narrando y enseñando los lugares que visitamos Vero y yo en diciembre de 2017. Yo llevaba dos años sin volver a España, y ya tocaba, pero también había que combinar la familia y amigos con recorrer y explorar la patria de uno. En ocasiones parece que se conoce más el extranjero que lo propio, así que ya era hora de ponerse al día con los pueblitos y lugares recónditos de esta preciosa Península Ibérica.
Llegamos el 7 a Madrid, donde mi querida madre nos esperaba con un cocido de los que tienen después una siesta obligatoria. Estuvimos charlando toda la tarde y disfrutando del reencuentro con mis padres y mi hermano. Al día siguiente salimos a pasear por Madrid y recordar las callejuelas del centro, además de tomarse unos vermuts y unas imprescindibles tapas. Esos días aproveché para ver a algunos amigos y recordar lo frenéticamente que se vive en la capital donde nací.
El día 12 alquilamos un coche y nos fuimos a recorrer. El primer destino fue el Monasterio de Yuste en Quacos de Yuste, donde en 1556, el estimadísimo Carlos I de España y V de Alemania decidió retirarse para postrarse en cama durante sus últimos momentos de vida. Un lugar humilde y recóndito, envuelto por unos paisajes y unos pueblecitos extremeños impresionantes.
Uno de estos pueblitos es Garganta la Olla, donde paramos un momento para pasear por sus callejuelas y conocer la iglesia. Un lugar idílico rodeado de un bosque que aún conservaba los tonos amarillos y rojos del otoño. Tuvimos suerte, pues los cielos azules nos acompañaron durante todo el viaje.
Desde allí nos dirigimos a Plasencia, capital nacional del rock en español, cuna de los Extremoduro. Nos quedamos impresionados con el casco antiguo y sus catedrales nueva y vieja, construidas una solapada a la otra y dando la impresión de que una está dentro de la otra. Precioso lugar para perderse durante unas horas y disfrutar de las calles vacías a la hora de la siesta.
Ya estaba anocheciendo, pero nos dio tiempo a conocer el pueblo de Alcántara, donde nació San Pedro de Alcántara y al que se accede cruzando el río Tajo por un puente romano de los años 100 d.C. Un paseo nocturno en este pueblo helado y fantasma hizo que casi lo visitásemos corriendo.
Para pasar la noche elegimos Cáceres, la joya de Extremadura, con su casco histórico iluminado con unas tonalidades como si fueran velas y unas callejuelas laberínticas empedradas y sin gente. La plaza principal y el aljibe (sistema musulmán de cisterna para recogida de agua lluvia) son también de visita obligada. Un lugar maravilloso para pasear y comer algo. El frío era terrible, pero la escena fue fantástica. Allí nos quedamos a dormir, listos para continuar camino durante los siguientes 12 días!
Fecha: 07 al 24 de diciembre de 2017
Ruta: Madrid – Monasterio de Yuste – Garganta la Olla – Plasencia – Alcántara – Cáceres – Guadalupe – Trujillo – Évora – El Rocío – PN de Doñana – Matalascañas – La Rábida – Sevilla – Ronda – Málaga – El Torcal – Antequera – Córdoba – Casabermeja – Frigiliana – Cuevas de Nerja – Nerja – Granada – Guadix – Abrucena – Tabernas – Almería – San Miguel de Cabo de Gata – La Fabriquilla – Faro de Cabo de Gata – San José – Playa de los Genoveses – La Isleta del Moro – Rodaquilar – Las Negras – El Playazo – Agua Amarga – Playa de los Muertos – Níjar – Albaricoques – Sorbas – Mojácar – Vera – Cartagena – Vélez Rubio – Vélez Blanco – Pozo Alcón – Úbeda – Jaén – Baeza – Campo de Criptana – La Alberca de Záncara – Cuenca – La Ciudad Encantada – Madrid.