Porcupine Mountains

Después de desayunar, salimos con el coche paralelos a la orilla del lago Superior, recorriendo la Upper Peninsula de Este a Oeste, hasta adentrarnos en el Parque Estatal Porcupine Mountains, también conocidas popularmente como las “Porkies”. Se llaman así, porque tradicionalmente, los pueblos originarios de esta zona, describían la silueta del complejo montañoso como la de un puercoespín agazapado; aunque nosotros no lo vimos. Estos bosques son muy característicos por el estado salvaje en el que se encuentran y la cantidad de fauna que en ellos habita. En todas partes hay señales de precaución ante los osos negros y sobre cómo se debe actuar en caso de encontrarlos.

Llegamos directamente hasta uno de los miradores en lo alto del parque, desde donde se puede disfrutar de la vista al famoso Lake of the Clouds, un alargado lago escondido entre montañas pobladas densamente de vegetación. Disfrutamos un buen rato de las vistas desde el mirador y luego emprendimos camino por carreteras pequeñas hasta llegar a otro sendero que discurre entre los árboles.

Dejamos el coche en el parking que accedía a este sendero y comenzamos a caminar hasta llegar a unas pasarelas de madera, que poco a poco iban ascendiendo hasta llegar a un punto llamado “Summit Peak”, un lugar elevado sobre una infraestructura en forma de torre desde la que puedes deleitarte contemplando el bosque infinito y donde, si agudizas la vista, puedes apreciar al fondo la inmensidad del lago Superior.

Tras este par de pequeñas caminatas, nos fuimos a comer al único restaurante cercano al lugar donde teníamos reservada la cabaña. Un complejo que era una bolera y restaurante al mismo tiempo, decorada de una manera muy kitsch y con una cristalera enorme que mira hacia una explanada cerca del bosque. El único restaurante en el pueblo de White Pine resultó ser un lugar muy famoso por lo que podía verse a través de esas cristaleras: Osos negros que salen del bosque a alimentarse de algún tipo de comida que los del restaurante dejan en este lugar. No conseguimos averiguar qué era lo que había en el suelo, pero el caso es que cuando estábamos a punto de pagar la cuenta, apareció un oso negro y se puso a tragar como si no hubiese mañana. Estuvo un buen rato alimentándose, y después, se fue tan tranquilo por donde había venido. Aunque éramos pocos en el restaurante, todos nos quedamos hipnotizados viendo tan de cerca a este tranquilo animal, se hizo el silencio y fue una media hora mágica.

Cara de felicidad al ver osos

No sé bien cómo explicarlo (anexo un mapa como imagen para que sea más fácil de entender), pero el restaurante estaba un poco apartado del pueblo, separado por un pequeño saliente de bosque, del que aparecían los osos (punto A). Al otro lado de este bosque, el pueblo de White Pine ha instalado un lugar con columpios para niños (punto B). Aunque todo es muy bonito y muy integrado en la naturaleza, a mi me daría terror que mis hijos jugasen solos ahí… imagino que nunca ha pasado nada.

El pueblo es pequeño; se trata de un antiguo asentamiento minero que explotaba las ya abandonadas minas de cobre de esta localidad. Se compone de unas cuantas casas bajas bien esparcidas, una iglesia en la plaza central, unas canchas de fútbol y poco más, a parte de un tótem “indígena” gigante en medio de todo esto. Por lo poco que he podido averiguar, se levantó en 1967 por los trabajadores indígenas de las minas de cobre, con un tronco proveniente de las Porkies. En su inscripción pone lo siguiente:

“Este tótem cuenta la historia de los indígenas Ojibay, que una vez reclamaron como suyas, las tierras desde Michigan hasta Dakota del Norte. El Chippewa, como lo llama el Hombre Blanco, tiene una larga historia de la que sus hijos deberían estar orgullosos. Hoy vive en el recuerdo de su gloria. Sus tierras se han ido, su herencia permanece”

Las cabañas (airbnb) estaban apartadas, a unos 5 minutos del pueblo, metidas en el bosque, dando una sensación de tranquilidad pero de tenebrosidad al mismo tiempo. Para acceder, lo hicimos con una contraseña que nos habían compartido y nunca vimos a nadie en sus alrededores. Dejamos nuestras cosas en las habitaciones correspondientes y vimos que en el salón había un libro con rutas por la zona. Rutas, que después descubrimos, estaban pensadas para hacer en motonieve; pues parece que este destino se llena en invierno con aficionados a este vehículo.

Elegimos una ruta llamada “bear loop” o algo por el estilo. Discurría por lo que parecían carreteras sencillas, por lo que probamos a hacer la vuelta en coche y tentar la suerte a ver si encontrábamos algún oso por el camino. No obstante, y aunque el plano era clarísimo, las carreteras no aparecían en los mapas, y aunque existían, se fueron haciendo cada vez más estrechas, hasta llegar a un punto donde no teníamos cobertura (ni datos) y los caminos sin asfaltar comenzaban a no ser muy fiables. Las únicas casas que vimos por aquí, parecían abandonadas o vacías, con carteles rojos de “no pasar, propiedad privada” en letras mayúsculas. Finalmente, nos empezamos a poner nerviosos porque el avance era muy lento y decidimos volver por donde habíamos venido. Vimos un par de venados de cola blanca en el camino, pero nada más.

Llegamos finalmente al pueblo de Bergland, a orillas del lago Gogebic, donde encontramos una gasolinera y una heladería. La tienda de la gasolinera era de terror; un señor que no dijo ni hola ni adiós nos miraba con cara de pocos amigos mientras paseábamos por su comercio, adornado en cada esquina con animales disecados de caza mayor. Nos quedamos impresionados con este museo grotesco, compramos las cuatro cosas que necesitábamos, y regresamos a nuestra cabaña para disponernos a pasar la noche. La cabaña, en medio de este siniestro lugar, rodeada de un bosque misteriosamente silencioso y en la oscuridad más absoluta, habría sido perfecta para grabar una película de terror clásica.


Fecha: 10 al 25 de Agosto de 2019

Ruta: Chicago – Middlebury – Shipshewana – Detroit – Niagara-on-the-lake – Niagara Falls – Toronto – Fergus – Elora Gorge Conservation Area – St. Jacobs – Bruce Peninsula (Fathom Five – Tobermory – Mermaid Cove – Singing Sands – Log Dump – Miller Lake) – Manitoulin Island (South Baymouth – M’Chigeeng – Bridal Veil Falls – Gore Bay – Silver Water – Misery Bay – Cup & Saucer Trail) – Sault Ste. Marie – Upper Peninsula (Tahquamenon Falls – Grand Marais – Chapel Falls – Munising – Miners Castle – Mosquito Falls) – Lake of the Clouds – Summit Peak – White Pine – Bergland – Madison – New Glarus – Monticello – Monroe – Chicago

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