Fecha: del 31 de julio al 22 de agosto de 2021
Amanecimos en el pueblo de Usurbil, donde nos hospedamos, pues los precios en San Sebastián durante el verano son ridículamente caros. Desde allí salimos directos hasta el pueblo marinero de Guetaria, conocido internacionalmente por ser el pueblo natal de Juan Sebastián El Cano, quien completó la gesta loca de Magallanes de circunnavegar el planeta.
Estacionamos el coche cerca de la playa Malkorbe, de arena blanca y bastante tranquila aquella mañana. Por el paseo marítimo caminamos hasta aproximarnos al puerto, lleno de barcos pesqueros de colores variados; y, entre ellos, algún que otro barco deportivo. Desde cualquier punto siempre se distingue el “Ratón de Guetaria”, el famoso monte con un faro en su cima y que, desde lejos, su silueta parece un ratón.
Una vez hubimos recorrido toda la playa y el puerto, llegamos hasta la plaza Juan Sebastián Elcano, con un monumento a este insigne personaje ubicado frente a un edificio curvo con paredes blancas y balcones azules. La estatua mira y señala hacia el mar, siendo quizás esta, la plaza o espacio más bonito de todo el pueblo.
Desde allí surge un túnel que te introduce de lleno en el pueblo, semejante a los pueblos visitados hasta ahora. Calles estrechas y peatonales, edificios altos con balcones, flores en sus ventanas y mucho encanto. Al pie de esta calle se encuentra la famosa iglesia gótica de San Salvador, cuyo suelo no está asentado y tiene una inclinación con más de un metro de diferencia desde una punta a otra de la misma. Aquí existe una réplica de la virgen de la Antigua, ante la cual, Elcano, después de tres años navegando alrededor del mundo, junto a los supervivientes de esta gesta, se arrodillaron. Es curioso, que aunque este personaje falleció en alta mar (no se sabe bien si de escorbuto o ciguatera), haya una lápida en la puerta de la iglesia rememorándole, y donde luce la famosa frase “Primus circumdedisti me“. Esta frase figura en el escudo de armas de Elcano, entregado por Carlos I (de España y V de Alemania) junto a una paga de 500 ducados anuales: Fuiste el primero que la vuelta me diste.
Al final de la calle, nos encontramos con el ayuntamiento del pueblo, y frente a este, otra estatua de Elcano. A pocos metros de allí, anexo a los restos de muralla de la ciudad, se encuentra el monumento a Juan Sebastian Elcano, una torreta con una victoria alada, a imagen de los mascarones de proa de los navíos de la época. Allí hay una placa con el nombre y origen de todos los que completaron esta gesta histórica que algunos comparan con el viaje a la luna.
La siguiente parada fue en Bilbao, la ciudad más grande de la Comunidad Autónoma de País Vasco. Después de instalarnos en el hotel nos echamos a caminar, y esta tarde sí que caminamos bastante. Lo primero fue descender por la calle Iparraguirre hasta llegar al famoso museo Guggenheim, presidido por un horroroso y gigante perrito de flores que aguanta años y años allí puesto. Esta escultura esperpéntica se denomina Puppy y sus plantas deben remplazarse dos veces al año. Estas plantas se mantienen vivas gracias a un sistema de riego interno que mantiene húmedo el sustrato.
Aunque no soy muy fan del arte moderno, debo reconocer que el museo sí que tiene (para mí) un toque. Se trata de un edificio completamente retorcido que parece hecho con láminas de aluminio y que refleja el sol como un demonio. Diseñado por el arquitecto Frank Gehry e inaugurado en 1997, posee en su interior una muestra de arte moderno y se encuentra en una plaza frente al Nervión. La plaza es agradable, con algunas fuentes y esculturas. Entre ellas destaca la escultura en bronce con forma de araña llamada “mamá”, de la fallecida artista Louise Bourgeois.
Después de unas cuantas fotos en esta plaza, caminamos remontando el río, y poco a poco nos fuimos adentrando en el casco viejo de Bilbao. A las orillas de la ría, hay una escultura que pone los pelos de punta: Las Sirgueras. Esta escultura, compuesta por varias mujeres tirando de una cuerda (sirga) rememora a aquellas mujeres, que, a falta de hombres (destinados a las guerras carlistas), y por un salario ridículo, tiraban de las barcazas y gabarras río arriba para llevar los materiales y cargas hasta la zona industrial. Dicen que se utilizaba mujeres porque eran más baratas que los bueyes.
Finalmente, y después de una buena caminata a lo largo de los diversos puentes que cruzan el río, llegamos hasta el puente del Arenal, que te lleva de lleno al casco histórico, dejando a mano derecha el teatro Arriaga. Primero paramos en la Plaza Nueva, inaugurada en 1815, de estilo neoclásico y característica por sus arcos y soportales, plagados de restaurantes y terracitas.
Estuvimos un buen rato caminando por las calles del centro, muy bonitas y transitadas, pero ya estábamos agotados de tanto pasear, y previo rodeo a la Catedral de Santiago, camuflada entre las calles del centro, nos dirigimos al Mercado de la Ribera. Se trata del mayor mercado cubierto de Europa, y debió ser un alivio para todos los vendedores, pues en esta ciudad llueve muchos días del año. El edificio ha ido sufriendo a lo largo de los años varias remodelaciones, siendo la más grande la acontecida entre los años 2009 y 2010, después de declararse la estructura con aluminosis, a causa de la utilización de arena de playa para su hormigón.
En su interior nos tomamos una cerveza mientras descansábamos las piernas antes de emprender el camino de vuelta hacia nuestro hotel. Por suerte no tuvimos que recorrer todo lo andado a la ida, pues logramos realizar una ruta circular que nos ahorró al menos un par de kilómetros.
Ruta: Madrid – Langreo – MUMI – Cangas de Onís – Ribadesella – La Cuevona – Playa la Vega – Gijón – Avilés – Oviedo – Colunga – Lastres – Museo Minero Valle de Samuño – Desembocadura del Nalón – Cudillero – Cabo Vidio – Tapia de Casariego – Foz – Playa de las Catedrales – Ribadeo – Rinlo – La Coruña – Finisterre – Santiago de Compostela – Cambados – Combarro – Pontevedra – Castillo de Sobroso – Ribadavia – Carballino – Orense – San Pedro de Rocas – Nogueira de Ramuin – Mirador de Cabezoás – Parada de Sil – Balcón de Madrid – Castaño Milenario de Entrambosrios – Pasarela del Río Mao – Caldelas – León – Burgos – Echalar – Lesaca – Bera – Elizondo – Ainhoa – Zugarramurdi – San Juan de Luz – San Juan de Pie de Puerto – Roncesvalles – Pamplona – Pasajes – San Sebastián – Guetaria – Bilbao – Castro Urdiales – Santander – Potes – Espinama – Fuente Dé – Las Ilces – Mogrovejo – Santo Toribio – Aranda del Duero – Madrid