Fecha: del 26 de diciembre de 2021 al 9 de enero de 2022
La primera impresión recién llegados por la tarde/noche al lugar más turístico de Senegal fue que todo estaba cerrado. Nos sorprendió, pues imaginábamos un lugar con rincones bonitos y callejuelas coloniales bien iluminadas. Sin embargo, de noche, las calles vacías y la poca iluminación, no nos motivaron demasiado para pasear. Acabamos entrando en el primer único lugar que vimos abierto y casi ni nos atienden.
Nos hospedamos en el hotel La Poste, que es el hotel original donde se hospedaban los pilotos de la Aéropostale. Esta iniciativa de correos unía Francia con África y América a través de rutas cortas de aviación. Cuando un avión llegaba casi sin combustible, otro estaba listo para recibir el correo y despegar, logrando así ganarle varios días al correo que en ese momento se distribuía por vía marítima. Los pilotos, en su mayoría, eran veteranos de la primera guerra mundial, que, por circunstancias de la vida, se encontraron desempleados tras el conflicto. Esta compañía aprovechó las capacidades adquiridas por estos pilotos y les lanzó a unas arriesgadas rutas donde pasaban gran parte del trayecto sin contacto por radio. Entre ellos, el escritor y piloto Antoine de Saint-Exupéry (conocido por El Principito), narró alguna de las aventuras en el libro “Vuelo Nocturno”, una obra maestra que recomiendo a todo el mundo. En Cabo Verde quedan las ruinas de la estación de hidroaviones en la Isla de Santiago, concretamente en el pueblo de São Martinho Grande.
Este hotel La Poste mantiene la estructura tal y como era en esta época y está decorado completamente con iconografía de la Aéropostále. Dejo ejemplos de los carteles de la época a continuación.
Por la mañana salimos con intención de perdernos por las diversas calles de esta ciudad construida a lo largo de una pequeña isla unida por dos puentes; uno hacia el continente y otro hacia los bancos de arena de primera línea de costa. Sobre esta primera línea de costa se asienta una población de pescadores enorme, el barrio de Guet N’dar, con la mayor densidad de población de África y la quinta del mundo.
El primer paseo nos llevó hasta la esquina sur de la isla, justo frente a Guet N’dar. A esa hora estaban llegando miles de pescadores de su faena diaria. En frente, una masa infinita de personas se arremolinaban entre las piraguas y las redes de pesca. Pero sin duda, lo más impresionante de este lugar es la cantidad de basura de todo tipo. Nunca en mi vida había contemplado tal cantidad de basura ni una convivencia tan íntima con ella. Se trata de algo impresionante que las fotografías no pueden reflejar como merece. Nos quedamos tan impresionados que se nos fue media mañana contemplando el movimiento de gente en este lado sur de Saint Louis.
En general, el descuido total de esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad, le deja a uno bastante desanimado. Se ven viviendas en ruinas que otrora debieron ser impresionantes. Gran cantidad de edificaciones están usando el famoso ladrillo gris de cemento que está invadiendo la mayoría de las ciudades de África, Asia y América. El aspecto es muy triste, en realidad. Sin embargo, la vida en las calles, la alegría de la gente, la llamada del almuédano, los autobuses Al-hamdulillāh y los vendedores ambulantes, le dan a Saint Louis un encanto inolvidable.
Esta ciudad, presumida por los franceses como “primera ciudad fundada por los europeos en África occidental”, en realidad se constituyó en el año 1659, ciento noventa y siete años después que Cidade Velha, fundada por los portugueses en 1462. Fue capital del África Occidental Francesa hasta 1902, que pasa a Dakar.
Aparte de las casas coloniales de esta ciudad, llama también la atención el puente metálico que da acceso a la isla, llamado Pont Faidherbe, y falsamente achacado a Eiffel. Un gran número de vehículos entran y salen constantemente a este reducido espacio, que, desde mi punto de vista, debería ser peatonal.
Además de pasear, contemplar e interactuar con sus habitantes, no es que haya gran cantidad de lugares donde relajarte o disfrutar de la ciudad. Algunos hoteles con terraza y vista al río y un museo dedicado a Jean Mermoz, uno de los héroes de la aviación de la Aéropostale.
Entre sus hazañas, se encuentra el pasaje en el que, junto a su mecánico, se quedan atrapados en la cordillera de los Andes entre Argentina y Chile. Tras más de dos días tratando de reparar el motor, consiguen empujar el avión hasta una ladera desde la que se lanzan, y planeando sin motor, alcanzan el aeropuerto. Su muerte, desaparecido en mitad del océano Atlántico, parece que fue debida a una conspiración Nacional Socialista. En el avión, desaparecido junto a él, se encontraban las propuestas para una licitación de obra llamada “Río Negro” en Uruguay, llegando, tras el accidente, solamente propuestas alemanas y austriacas.
Ruta: Dakar – Isla de Gorée – Reserva de Bandia – Laguna de Somone – Cementerio de Conchas de Fadiouth – Isla de Fadiouth – Palmarin – Djiffer – Delta del Saloum (Falia) – Ziguinchor – Abene – Usui – Mlomp – Elinquín – Cap Skirring – Diembering – Bouyouye – Siganar – Ninabalan – Ziguinchor – Thiès – Saint Louis – Reserva de las Aves de Djoudj – Desierto de Lompoul – Kébemer – Dakar