Pijao y Córdoba, entre cafetales

Esta vez nos dirigimos hasta Pijao, un pueblito tranquilo que fue nombrado como el “Primer pueblo sin prisa de América Latina”. En él, sus habitantes parece que se toman la vida con calma y disfrutan cada segundo. El pueblo sigue los patrones de colores del resto de lugares del eje cafetero y te recibe en las alturas rodeado de montañas con plantaciones de café. Tanto es así que acabamos metidos en una tienda de café y chocolate donde nos hicieron una demostración de café donde nos retuvieron durante hora y media. El café estuvo delicioso, y la explicación de la señora también. Pero qué lento! Después de conocer Pijao, nos fuimos hasta Córdoba, otro pueblito mucho más humilde, pero perdido

Eje cafetero en dos rounds

Madrugamos el primer día de 2019 para dirigirnos hacia Salento, pueblo base para visitar el tan famoso Valle de Cocora. Cuando llegamos, ya había algunos vehículos y personas paseando, pero el ambiente era tranquilo y se podía disfrutar. Comenzamos a caminar por la ruta circular, que llega hasta lo alto de un mirador, y desde ahí se baja por una cuesta empinadísima y no apta para cualquiera. El lugar, visualmente es muy agradable; una pradera de césped inmensa, rodeada por palmas de cera, una especie nativa del Quindío colombiano. Sin embargo, lo que significa este paisaje es deforestación del bosque nativo, donde únicamente se conservaron estas palmeras y se sembró césped para el ganado. Al menos ahora es un atractivo