Sevilla boquiabiertos
Llegamos por la noche hasta Sevilla, donde nos encontramos con Ana, una de las amigas que me acompañó en el viaje allá por 2009 donde conocí Machu Picchu y navegué por primera vez el río Amazonas. Pudimos salir un poco y tomar unas tapas en uno de los bares más clásicos del centro sevillano, El Rinconcillo, fundado en 1670, y donde todavía siguen haciéndote la cuenta en tiza sobre la barra. El ambiente nocturno del centro de la capital andaluza es una de las cosas que hacen que esta ciudad sea tan especial. A la mañana siguiente, después de hacer visitar por la zona de la Cartuja a mi amigo Jesús, paseamos por la Torre del Oro, la espectacular