Desde hacía tiempo sabíamos que Mari se había apuntado para competir en la primera competición de escalada en hielo del Ecuador (Serak 2018). Nos dijo que era muy accesible llegar hasta el glaciar del volcán Cayambe, y que aunque no tuviésemos buena forma física, podríamos alcanzarlo sin problema. Así que tres valientes (Felix, Dominique y un servidor) nos apuntamos para acompañar a Mari a la competición y a “hacerle barra”. Según ella, debíamos alquilar unas botas de alta montaña con crampones porque nos iba a enseñar a pasear un poco sobre el glaciar, y que aunque no lo hubiésemos hecho nunca, no pasaba nada. Así que sin un equipo suficiente, con unas botas y unas herramientas que no habíamos usado
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En noviembre decidimos subir hasta la cumbre del volcán Pichincha, el volcán característico visible desde casi cualquier punto de la ciudad de Quito. Hicimos la famosa subida en teleférico y comenzamos a caminar por uno de los senderos que te dirigen hacia la cumbre, conocida como “Rucu Pichincha”, que quiere decir “Viejo Pichincha” en quichua. El camino fue tranquilo, pasito a pasito fuimos avanzando hasta llegar al arenal, una zona algo más difícil para subir por la cantidad de arena volcánica que te hace retroceder un paso por cada tres. Tras superar esta parte, y ya con el grupo dividido entre los fitness y los que no lo somos, llegamos hasta la zona de las rocas. Aquí el cansancio
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Quito tiene, al igual que Santiago de Chile y otras tantas ciudades americanas, una forma muy sencilla para orientarse. Cuando recién llegas a estos lugares y hablando por teléfono te dicen “camina hacia el norte” o “gira hacia el este”, piensas que la gente tiene una brújula interna, un conocimiento ancestral heredado tras generaciones que les permite orientarse como aves migratorias. Falso. En estos lugares, lo que ocurre es que hay un punto de referencia alto que se puede ver estés donde estés. Este es el caso del volcán Pichincha en Quito, que sirve para orientarse a una ciudad entera y que además da nombre a la provincia. En fin, lo que quería contar es que existe un
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