Mujeres de las alturas

A finales de año estuve visitando una de las comunidades más perdida en las alturas que he conocido en mi vida. La pequeña comunidad de San Francisco de Apunac en la provincia de Chimborazo, donde una serie de mujeres trabajan la quínoa de manera orgánica. Pudimos ir acompañados de Fabiola, una líder comunitaria que hizo unas pequeñas capacitaciones en ese momento.   Ver pasar la vida desde las alturas y las condiciones en las que se desarrolla, le hace a uno abrir los ojos y mirar hacia abajo con una perspectiva muy diferente. A veces conviene subir alto para poder mirar desde abajo.   Dejo unas fotos de estas hermosas señoras y los paisajes en los que viven. Fecha: 1

Conociendo las Áreas Protegidas privadas

La última salida del año 2015 por Ecuador, fue la que hicimos con los compañeros de la oficina. Fuimos a visitar una reserva privada de la que yo nunca había escuchado hablar, y que sin embargo me abrió los ojos hacia un nuevo mundo de posibilidades en este país. Existen varias fundaciones que se dedican a conservar áreas importantes a las que no llega el estado.   En este caso fuimos a la Reserva Yanacocha de 1200 hectáreas y gestionada por la fundación Jocotoco. Este lugar se encuentra a escasos kilómetros de Quito en las faldas de una de las cumbres del volcán Pichincha, el Guagua Pichincha.   Se trata de un ecosistema de páramo con partes de bosque andino

Más páramos en Antisana

El páramo siempre te rejuvenece. Ese frío que se mete hasta los huesos, la lluvia que no es lluvia y la humedad que rodea todo, te hacen sentir vivo (y mojado). Así fue en la Reserva Ecológica Antisana, donde nos fuimos a pasear y a buscar cóndores en el mes de Agosto. No vimos ninguno, pero como dijo el sabio “lo importante no es verlos, lo importante es saber que están ahí”.   Desde Pintag (pueblo que lleva por nombre el de uno de los líderes indígenas otavalos que lucharon contra la invasión de los Incas y que prefirió morir de hambre antes que comer comida inca cuando le capturaron. Después de asesinado y degollado, con su piel hicieron un

Subida al volcán Pichincha

Quito tiene, al igual que Santiago de Chile y otras tantas ciudades americanas, una forma muy sencilla para orientarse. Cuando recién llegas a estos lugares y hablando por teléfono te dicen “camina hacia el norte” o “gira hacia el este”, piensas que la gente tiene una brújula interna, un conocimiento ancestral heredado tras generaciones que les permite orientarse como aves migratorias.   Falso. En estos lugares, lo que ocurre es que hay un punto de referencia alto que se puede ver estés donde estés. Este es el caso del volcán Pichincha en Quito, que sirve para orientarse a una ciudad entera y que además da nombre a la provincia.   En fin, lo que quería contar es que existe un