Tena infinita

Aunque ya hice una entrada hablando de Tena, en la que fui a visitar a mi profesor de universidad, esta pequeña ciudad amazónica tiene mucho que ofrecer. En esta ocasión alquilamos una casita a media hora de la ciudad, en mitad de la selva y al pie del río Jatunyacu. La tranquilidad fue absoluta, y aunque no paró de llover, pudimos hacer un par de actividades entretenidas.   El primer día fuimos hasta la laguna azul, lugar precioso y habilitado con caminos y redes para no caer por las cascadas. El turismo local es amplio y todo tipo de comidas típicas son servidas allí mismo, por lo que puedes darte un chapuzón en las diversas lagunas y además relajarte después

Más páramos en Antisana

El páramo siempre te rejuvenece. Ese frío que se mete hasta los huesos, la lluvia que no es lluvia y la humedad que rodea todo, te hacen sentir vivo (y mojado). Así fue en la Reserva Ecológica Antisana, donde nos fuimos a pasear y a buscar cóndores en el mes de Agosto. No vimos ninguno, pero como dijo el sabio “lo importante no es verlos, lo importante es saber que están ahí”.   Desde Pintag (pueblo que lleva por nombre el de uno de los líderes indígenas otavalos que lucharon contra la invasión de los Incas y que prefirió morir de hambre antes que comer comida inca cuando le capturaron. Después de asesinado y degollado, con su piel hicieron un