Ayer estuvimos paseando por esta bonita ciudad y pude hacer algunas fotos.

Conocimos en el viaje desde la frontera a unos franceses que nos dijeron que era muy curioso para visitar la cárcel de San Pedro, en La Paz, y allá que fuimos; entramos y nos mete a un cuarto un policía con cara de pocos amigos y nos recibe un preso holandés hablándonos en inglés para que no se enterase el guardia, y nos empieza a comentar que la visita costaba 280 bolivianos y que eso incluía la visita y estar hasta las 20 tomando drogas con los presos, porque la cocaína de esa cárcel es la mejor del mundo. Debimos parecer medio tontos, porque no entendíamos bien eso de lo de tomar drogas, por lo visto todo el mundo que visita la cárcel es para eso. Nosotros nos fuimos, no solo porque no queríamos drogarnos con unos presos, también era muy caro para nuestro presupuesto. Una experiencia curiosa, nos quedamos sin visitar aquello, pero nos dimos cuenta de la realidad que debe haber en las prisiones del país…

Hoy hemos visitado el museo de etnografía, con muchas muestras de telas y de cerámica, pero lo más bonito ha sido la colección de máscaras de carnaval típicas de Bolivia, no estaba permitido hacer fotos.

Esta mañana en un momento de inspiración, entre Ana y Clara, le han cortado el pelo a Irati. Esta noche a las 22:15 partimos hacia Cochabamba, ya informaré desde allí.