La última salida del año 2015 por Ecuador, fue la que hicimos con los compañeros de la oficina. Fuimos a visitar una reserva privada de la que yo nunca había escuchado hablar, y que sin embargo me abrió los ojos hacia un nuevo mundo de posibilidades en este país. Existen varias fundaciones que se dedican a conservar áreas importantes a las que no llega el estado.
En este caso fuimos a la Reserva Yanacocha de 1200 hectáreas y gestionada por la fundación Jocotoco. Este lugar se encuentra a escasos kilómetros de Quito en las faldas de una de las cumbres del volcán Pichincha, el Guagua Pichincha.
Se trata de un ecosistema de páramo con partes de bosque andino y polylepis, característico y creado inicialmente para la conservación de un colibrí endémico de Quito llamado Zamarrito Pechinegro y considerado como “ave emblemática de Quito” desde 2005. Este colibrí es característico por tener unos pompones de plumas en sus patas. Además de esta especie, existen otras muchas especies diferentes de aves, mamíferos, anfibios y reptiles.
A lo largo del sendero principal (ahora contaminado visualmente por la instalación de cables eléctricos) existen diferentes casetas para avistar aves en sus comederos. Tuvimos la suerte de ver al tímido zamarrito y al colibrí picoespada entre otros. Un lugar agradable para pasar una mañana si estás aburrido en Quito y quieres hacer algo diferente.