Fecha: del 26 de diciembre de 2021 al 9 de enero de 2022
Después de la resaca de año nuevo, amanecimos el día 2 en Usui y nos fuimos directamente has ta Mlomp, esta vez en taxi porque nuestros amigos motoristas nunca aparecieron para recogernos.
Lo primero que hicimos fue visitar la casa de adobe de dos pisos que habíamos podido contemplar por fuera el día anterior. La familia recibe visitas y te cobra la voluntad. Nos enseñaron todas las salas de la casa y accedimos hasta el piso de arriba, asomándonos al pequeño balcón frontal. Por lo que nos contaron, uno de sus antepasados fue enviado a Europa para luchar en la primera guerra mundial, cuando Senegal era todavía colonia francesa, y allí se quedó maravillado con la existencia de viviendas con más de un piso. Cuando regresó a su pueblo, feliz de haber conservado su vida, inició un proyecto personal para que su casa de adobe tuviese dos pisos, que se mantienen hasta hoy.
Después entramos en un museo comunitario cercano a la casa y ubicado bajo la sombra de una gran ceiba de más de 800 años y que es considerada sagrada para los habitantes de Mlomp. Se trata de una auténtica casa impluvium que ha sido convertida en un espacio de exposición de utensilios y fetiches tradicionales de la cultura Diola. El guía local nos explicó cada una de las herramientas expuestas en una semi-oscuridad llena de polvo suspendido.
Desde allí nos dirigimos a Elinquin, el puerto del que salen los barcos hacia la isla de Karabane, a la que finalmente decidimos no ir por falta de tiempo. Allí nos enseñaron un par de cocodrilos encerrados entre cuatro muros de ladrillos (no entiendo muy bien el propósito) y estuvimos interactuando con algunos niños de la comunidad, que nos demostraron cómo son capaces de subir a lo alto de los cocoteros o de simular peleas de kung fu.
Para el final de la tarde estábamos en Cap Skirring, el destino más soñado por los múltiples turistas franceses que recurrentemente visitan Senegal con la lagrimita de la nostalgia en su rostro. Nos hospedamos en el extremo sur de la preciosa playa que se extiende paralela a este pueblo y desde allí comenzamos a caminar dirección norte. El momento fue perfecto, pues pudimos disfrutar del bonito paisaje lleno de cocoteros al pie de una playa preciosa de arena blanca. Poco a poco se fue poniendo el sol, y los múltiples tonos de rojos y naranjas embellecieron aún más un paisaje donde no solamente los humanos disfrutaban haciendo deporte, bañándose o relajándose; también gran cantidad de vacas pacían alegremente sobre la arena contemplando este espectáculo de la naturaleza. Cuando llegamos al norte del pueblo, pasamos por delante de un hotel gigantesco que tiene ocupada la playa de tal manera que es prácticamente imposible salir de ella. La única opción viable era a través del lujoso hotel, que había llenado todo su frente de hamacas y barras de cocktail para sus clientes. Cuando los empleados nos detectaron, amablemente nos fueron acompañando hasta una mini puerta en el muro gigante que han construido sobre la arena de playa para indicarnos que por allí podíamos salir.
Al otro lado del muro, tuvimos que atravesar un pasillo minúsculo que desembocaba finalmente en una callejuela que subía desde el mar hasta el pueblo. Allí, múltiples familias locales y algunos grupos de pescadores se hacinaban sobre unas rocas repletas de basura; nos gritaron algo que no entendimos y seguimos caminando hasta alcanzar la calle principal del pueblo. Es grotesco cómo el dinero es capaz de comprar cualquier cosa, para vender turismo de lujo que esconda todo lo que no quieren que se vea. Club Med Cap Skirring tiene un área enorme rodeada por un alto muro gris que separa medio pueblo de sus importantes clientes, una vergüenza. Aproximadamente media playa es de ellos y han instalado hasta un campo de golf detrás de las palmeras.
Esa noche cenamos por el pueblo y descansamos en nuestro hotel, que disponía de unas vistas fantásticas a la playa, las cuales pudimos disfrutar a la mañana siguiente durante el desayuno.
Ruta: Dakar – Isla de Gorée – Reserva de Bandia – Laguna de Somone – Cementerio de Conchas de Fadiouth – Isla de Fadiouth – Palmarin – Djiffer – Delta del Saloum (Falia) – Ziguinchor – Abene – Usui – Mlomp – Elinquín – Cap Skirring – Diembering – Bouyouye – Siganar – Ninabalan – Ziguinchor – Thiès – Saint Louis – Reserva de las Aves de Djoudj – Desierto de Lompoul – Kébemer – Dakar