Vuelvo y revuelvo

Ya era hora de anunciarlo por aquí también, pero no quería hacerlo hasta que no estuviese del todo claro, es decir, con el billete en la mano y una hora de salida exacta.   Me vuelvo a El Salvador, lindo y pequeño país. Esta vez de mano de una ONG inglesa llamada Progessio, pero para trabajar en la UNES de nuevo. La verdad es que estoy encantado de poder seguir participando en esta batalla.  Tengo que pasar por los Estados Unidos, y seguro que después de los registros no vuelvo a ser el Sergio que todos conocen, encantado de haberos conocido y deseadme un feliz viaje por Nueva York, Houston y Tegucigalpa.

Recién llegado

El viaje fue duro, Madrid-Amsterdam-Panamá-San Salvador. Lo peor no son las horas de vuelo, que al fin y al cabo las pasas sentado, bebiendo, comiendo y durmiendo; el problema son las esperas en las terminales de aeropuerto. Horas y horas incómodamente sentado pendiente del equipaje de mano que te impide la libertad de movimiento, tratando de conectarte a un wifi que nunca funciona, mirando cada cinco minutos la pantalla de tu puerta de embarque para ver si avanza ese maldito reloj, y observando el ir y venir de gente del mundo, preguntándote de dónde vienen y hacia dónde van. Llego a San Salvador, todo bien, me recogen Marcos y su amigo Javi, malagueño que también trabaja en UNES. Trajeron un