En el ombligo del camino

Fecha: del 31 de julio al 22 de agosto de 2021


Comenzamos temprano el día, desayunando en uno de los pocos bares abiertos en la Rúa dos Bautizados, a la par de unos soportales históricos característicos de todo el centro de Santiago. Esas horas tempranas son buenas para poder tomar alguna fotografía sin tanta gente en las calles, por lo que aprovechamos para dar un breve paseo antes de llegar a la Plaza del Obradoiro, donde nos unimos a uno de los múltiples free tour que recorren la ciudad.

Se supone que esta plaza recibe este nombre debido a la gran cantidad de locales de tallado y artesanía que se encontraban a su alrededor durante el tiempo que tardó en construirse la catedral. Desde el año 813, que se “descubrió” que el sepulcro de Santiago Apóstol estaba allí, se mantuvo el lugar como sagrado y se fueron construyendo diferentes edificaciones, pero entre los años 1075 y 1211, se considera que se construyó el edificio que conocemos ahora. Por tanto, durante aproximadamente 136 años, todos estos orfebres, carpinteros y escultores, entre otros artesanos, tuvieron trabajo.

Si bebes ribeiro, hazlo en cunca

En el interior de la Catedral se encuentra, teóricamente, la osamenta del verdadero Apóstol Santiago, quien fue decapitado en Jerusalén después de haber predicado en España y regresado con pocos éxitos. En la ciudad hebrea parece que logró convertir al cristianismo a algunos judíos, lo que enfureció al rey Herodes Agripa (nieto de Herodes I el Grande) quien acabó con su vida después de recibirlo capturado por una masa enfurecida de judíos. Se supone que posteriormente sus discípulos Atanasio y Teodoro, habrían recuperado el cuerpo y navegado en una barca (de piedra) recalando allá donde “los ángeles les llevasen”, para, finalmente, depositar el cuerpo en el lugar donde hoy se encuentra. En el sepulcro, teóricamente, hay tres cuerpos, que corresponderían al de Santiago (se ha comprobado que el cuerpo está decapitado) y a los de sus dos discípulos. Según unas investigaciones de 1988, se encontró una lápida con la inscripción de “martyr” y referencias a Atanasio con caracteres típicos del Siglo I. Lo más reciente que se supone que se ha encontrado, en el año 2013 es una inscripción que dice “Ya’akov” (Santiago en Hebreo). No obstante, en ningún caso se han hecho análisis del cuerpo para determinar si corresponde a las fechas a las que se supone que debe corresponder. Nos quedaremos con la incógnita y creeremos la leyenda que mueve a cientos y miles de peregrinos cada año a este lugar lleno de encanto.

Pudimos ingresar a la catedral de milagro, esperando una fila larguísima de acceso por la puerta lateral. Imagino que es algo habitual en esta época del año, pero se va pasando en grupos, te permiten estar un momento y se sale por otra puerta diferente. Lo mismo para visitar el sepulcro de Santiago. Para visitar el Pórtico de la Gloria y el Museo Catedralicio hay que comprar entradas, y por supuesto, para ese día no quedaban espacios. De todas formas, nos quedamos satisfechos con haber podido entrar y contemplarla un rato por dentro.

Paseamos un poco por la ciudad vieja con el free tour, contemplando edificios tan insignes como el Monasterio de San Martín Pinario, el parador nacional, el Palacio de Rajoy, la plaza de Cervantes, la Plaza de las Platerías, la Iglesia Románica de Santa María Salomé o el mercado de abastos, que por ser domingo permanecía cerrado. Pero lo más emocionante fue, sobre las 12 de la mañana, contemplar a los peregrinos llegando a la Plaza del Obradoiro a través del Arco de Xelmírez cantando canciones y celebrando en grupo con lloros y mucha emoción. Algunos llegaban verdaderamente destrozados, cojeando o apoyados en sus amigos. Todo un reto que va más allá de lo religioso.

Después de comer nos acercamos hasta el Parque de la Alameda, un bonito lugar donde perderse un rato y perfecto para contemplar la ciudad vieja desde lo alto. Allí, además de la famosa escultura de Valle Inclán, se encuentra una interesante escultura en homenaje a las Dos Marías, las famosas e inseparables hermanas Maruxa y Coralia Fandiño. Se popularizó verlas pasear siempre juntas por las calles del centro histórico de Santiago vestidas con colores llamativos y muy maquilladas. Esperaban puntualmente a los universitarios a la hora del almuerzo. La historia de estas dos hermanas va mucho más allá de la extravagancia o simple curiosidad. En este pequeño texto se describe muy bien. O, si tienes 10 minutos, puedes ver este breve documental de Xosé Henrique Rivadulla Corcón.

A la tarde nos encontramos con Mónica, mi amiga de la etapa en Pemba, con la que pasamos un buen rato tomando unas cañas y rememorando viejos tiempos. Reencontrarse con amigos desperdigados por el mundo es una de las ventajas y alegrías que tiene este trabajo. Fue muy bonito cruzarse después de tantos años. Ojalá se repitiese más a menudo.



Ruta: Madrid – Langreo – MUMI – Cangas de Onís – Ribadesella – La Cuevona – Playa la Vega – Gijón – Avilés – Oviedo – Colunga – Lastres – Museo Minero Valle de Samuño – Desembocadura del Nalón – Cudillero – Cabo Vidio – Tapia de Casariego – Foz – Playa de las Catedrales – Ribadeo – Rinlo – La Coruña – Finisterre – Santiago de Compostela – Cambados – Combarro – Pontevedra – Castillo de Sobroso – Ribadavia – Carballino – Orense – San Pedro de Rocas – Nogueira de Ramuin – Mirador de Cabezoás – Parada de Sil – Balcón de Madrid – Castaño Milenario de Entrambosrios – Pasarela del Río Mao – Caldelas – León – Burgos – Echalar – Lesaca – Bera – Elizondo – Ainhoa – Zugarramurdi – San Juan de Luz – San Juan de Pie de Puerto – Roncesvalles – Pamplona – Pasajes – San Sebastián – Guetaria – Bilbao – Castro Urdiales – Santander – Potes – Espinama – Fuente Dé – Las Ilces – Mogrovejo – Santo Toribio – Aranda del Duero – Madrid

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