Carretera y abismos

Estoy escribiendo esto con un chorro constante de sudor resbalando desde mis sienes hasta la barbilla; las gotas se me acumulan en el pantalón, que va filtrando el humano fluido y provocando una mancha de aspecto desagradable que no para de crecer. Me encuentro en Pemba, sin electricidad, y por tanto, sin ventilador. No hay nada más desagradable que la humedad dentro de un edificio de cemento situado en pleno meollo de una ciudad tropical. Aprovecho mis últimos minutos de energía en la batería del portátil para escribir esto, mientras espero al servicio de reparaciones eléctrico, que puede demorar una hora, dos o incluso toda la noche.   Venía de Mecúfi pensando en actualizar esto, pensando en la relativa maravilla

Sudáfrica “Fake África”

Ya había ganas, no solo de ver a mi prima Irene sino de salir un poco de vacaciones. Han sido diez días intensos, con mucho movimiento, pero que han merecido la pena y me han ayudado a desconectar un poco de este Norte de Mozambique, maravilloso y precioso, pero a veces estresante por el calor y su propio ritmo tropical.   Vuelo hacia Johannesburgo, donde llegaría dos horas antes que mi prima y sus amigos, tiempo en el cual aprovecharía para alquilar un coche. Era día 23 de Diciembre y la idea era pasar noche cerca del aeropuerto y salir temprano para pasar la noche del 24 en Phalaborwa, las puertas del parque nacional Kruger.   Como siempre cabe esperar,

Hasta las rodillas en el fango

Sé que tengo esto bastante abandonado, y no es porque me haya olvidado o desmotivado con el blog, ni mucho menos. Como sabéis, ando a caballo entre Pemba y Mecúfi, y en realidad, tengo bastante trabajo, y no es que tenga mucho tiempo para andar haciendo fotos a cosas curiosas. Además, en Mecúfi, paso las semanas sin acceso a internet, y con suerte a veces tengo cobertura en el móvil, y en Pemba, tampoco es que haga mucho más que ir a las playas que ya os he enseñado…   Igualmente, voy avisando de que en navidades me iré para Sudáfrica y Swatzilandia con mi prima, así que para esas fechas tendré de nuevo fotos para mostraros otros lugares, espero,

La famosa mataquenha

“Tunga penetrans es una especie de insecto sifonáptero de la familia Hectopsyllidae. Es una pulga que ataca la piel. Afecta principalmente la piel de los pies; se introduce en ella y produce prurito intenso. Popularmente se le conoce como “niguas” o “pique” (Perú), y parasitológicamente como tungiasis. Tiene un tamaño inferior a 1 mm, con cabeza grande y forma un ángulo con el vientre. Puede atacar a humanos, cerdos y otros animales domésticos. Se suele contraer al pisar suelos mojados y sucios. Tanto los síntomas como la forma del parásito son parecidos a las de una ampolla. La forma de eliminarlo más casera es romper la bolsa con una aguja o con una hoja de afeitar bien limpias, y apretar

IBO (Ilha Bem Organizada)

De nuevo en Pemba, y de nuevo chapa.   Salimos hacia el ya famoso en este blog, Parque Nacional das Quirimbas. Este archipiélago es grande y las actividades por hacer son muchas. Aunque ya había pasado por allí una semana, aún me quedaban unas cuantas cosas más por hacer en la zona (aparte de relajarse y disfrutar escuchando el mar mientras sube y baja). Desde nuestro campamento central en la Isla de IBO, hicimos un par de visitas interesantes. Fuimos a la nada, literalmente. Cuando baja la marea, se descubre un banco de arena, un islote precioso, en mitad del océano azul. Una maravilla para la vista y para el cuerpo. Rodeado de corales (aunque ciertamente algo profundos, y de

Parque Nacional de Gorongosa

Nos montamos en aquella chapa con forma de autobús soñando que sería más cómoda que la anterior, y sin embargo, la maleta sobre nuestras piernas impedía la circulación sanguínea de cintura para abajo gangrenando progresivamente la mitad de nuestro cuerpo. Aguantamos, sobrevivimos a ese infierno móvil con más paradas que kilómetros recorridos y pasamos la noche en Nampula, donde descansamos estupendamente hasta el día siguiente. Allí nos esperaba un viaje en avión hasta Beira, provincia de Sofala, para visitar el Parque Nacional de Gorongosa.   Este parque, antes de la guerra era un sueño de la biodiversidad africana, sin embargo, una de las bases militares de la guerra se montó nada más y nada menos que en mitad del parque,

Ilha de Mozambique

Retomo el blog después de unas pequeñas vacaciones alrededor del norte de Mozambique. Vino mi amigo Juan Ceñal de visita, y nos hemos recorrido algunos puntos impresionantes de este alargado y diverso país.   Normalmente, suelo actualizar esto durante los viajes, tratando siempre de hacer entradas por cada etapa del viaje; sin embargo, el acceso a internet es complicado y lento, de modo, que he esperado a estar en casa para poder ir subiendo las correspondientes entradas de cada etapa del viaje.   Comienzo con Ilha de Mozambique, pequeña isla colonial unida a tierra por un puente de 3 Km, donde los portugueses hacían antaño sus tratas de esclavos, al igual que en la isla de Ibo, sobre la que

Arquipélago das Quirimbas, entre corales, historia y decadencia.

He pasado toda esta última semana en el Parque Nacional de las Quirimbas, que se extiende a lo largo de muchos kilómetros, y en la zona de costa se transforma en un archipiélago de ensueño. El motivo del viaje ha sido conocer las iniciativas que AMA (Associação do Meio Ambiente) está llevando a cabo en la zona para sacar ideas aplicables a nuestro proyecto. Allí llevan seis años trabajando y lo tienen muy avanzado, entre paisajes espectaculares nos hemos encontrado con viveros de manglar, espacios para producción de miel, areas de engorde de cangrejos, zonas rotativas de ostras y asociaciones de artesanía.   Cruzar de una isla a otra depende de las mareas; el agua baja tanto que no es

Entre manglares en ruinas

Ya llevo un mes en Cabo Delgado. He pasado bastante tiempo entre manglares, y descubriendo la zona. El otro día, investigando áreas, llegamos a un lugar triste, muy triste. Habían acabado con unas cuantas hectáreas de manglar para construir una salina, y como no tienen maquinaria, esperan a que se pudran las raíces para después sacarlas. La vida en Mecúfi es tranquila, ahora estamos diseñando un estudio para analizar los niveles de degradación del manglar, los niveles de regeneración y también las posibles áreas para hacer viveros y reforestaciones. Es un trabajo complicado porque es un área muy grande, pero estoy deseando empezar, va a ser una buena experiencia.