Se terminó Brasil para nosotros

Llegamos este medio día a Porto Velho, en avión, solo una hora de viaje, pero hemos podido disfrutar de las vistas de la inmensidad de la Amazonía desde el cielo. Anteriormente dije que Porto Velho estaba al sur de Brasil, mal dicho, está más al sur de donde estábamos, pero se encuentra a media altura de este inmenso país. Hemos ido al cine para pasar la tarde, una película en la que sale Will Smith que se llama “Seven pounds/Siete vidas”. También hemos visto lo único turístico que hay aquí, que es una antigua estación de trenes y a la una de la mañana sale nuestro bus hacia Gajará-Mirin/Guayaramerín, el paso fronterizo con Bolivia. De ahí, si podemos tomaremos un

Manaus

Llegamos a Manaus, ilusionados, esperando continuar nuestro viaje hasta el sur, a Porto Velho y de ahí a Bolivia. En todos los mapas que consulté aparecía dibujada una carretera de Manaus a Porto Velho, y miré muchos mapas y muchas páginas web, pero qué es lo que pasa cuando llegas aquí?? Te dicen que esa carretera ya no hay buses que quieran hacerla porque está muy deteriorada, y claro, es normal, porque a quién se le ocurre hacer una carretera que cruce toda la Amazonía?? hay que estar loco. Tras unos primeros momentos de bajón y de indecisión bajo la lluvia torrencial correspondiente a estas fechas en la selva, decidimos mirar vuelos. Al final hemos encontrado uno barato para el

Ordem e progresso

Estamos en Brasil, más concretamente en Manaus, capital de la amazonía brasilenha, antigua colonia de explotación del caucho. Tras dos noches de barco hasta la triple frontera, llegamos a Tabatinga, desde donde, por suerte, conseguimos un barco el mismo día hasta Manaus, en el que pasamos otras tres noches en hamacas… Informo a lectores anónimos, que la migración de Tabatinga está lejos del puerto, que los barcos brasileños son mil veces mejores, con límite de pasajeros, con baños limpios y comida mejor y en más cantidad. Los cajeros automáticos de Tabatinga tienen unas colas impresionantes y estuvimos un buen rato aprendiendo a utilizarlos, porque hay que meter y sacar la tarjeta varias veces. Casi perdemos el barco con la tontería

Mercado flotante de Belen (Iquitos)

Esta mañana, antes de irnos de aquí hemos ido a navegar entre las casa flotantes del barrio iquiteño de Belén, hacía tanta humedad que la cámara se me empañaba y no salían las fotos. Aquí dejo las que he podido hacer. Hasta dentro de unos días. PD: PARA TODOS AQUELLOS QUE QUIEREN VENIR A VERME A SANTIAGO Y DICEN QUE EL PASAJE ES MUY CARO, POR SI OS INTERESA, HA ENCONTRADO MI MADRE UNA OFERTA PARA VIAJAR CON IBERIA POR 480 EUROS IDA Y VUELTA SI SE COMPRA EL BILLETE ANTES DE NO SE QUÉ FECHA DE FEBRERO. ENTRAD A LA WEB DE IBERIA Y MIRADLO.

El sonido de la selva

Recién regresamos de la selva. Para mi la experiencia más grande del viaje. Preguntamos en la agencia de enfrente de nuestro hostal, se llama “Loving Light” y primeramente entramos para informarnos de cómo era eso de “la selva”. Nos empezaron a contar que hay unas cosas llamadas lodge en mitad de la selva donde llevan a los turistas; es una especie de hostal con todas las comodidades. Nosotros no estábamos interesados en algo tan turístico y preguntamos más. Al final, Ulises, que es el hombre que lleva la agencia, nos dijo que podría llevarnos a casa de su primo que vive en un pueblito llamado Puerto Miguel, en medio del río Yarapa. Al final nos fuimos dos días con su

Iquitos

Escribo desde la ciudad más grande del mundo sin acceso terrestre. Hemos sobrevivido al primer barco, y ya estamos instalados aquí antes de tomar el segundo barco hasta la triple frontera con brasil y colombia y de ahi hasta Manaus, capital brasileña de la amazonía, pulmón del mundo. Hemos dormido en hamacas, hemos vivido lo equivalente al Titanic en sudamérica, había clase alta y clase baja. Los de la clase alta iban en el piso de arriba y tenían unos pequeños camarotes, no tenían que esperar cola para comer ni para ir al baño. Nosotros, como buenos mochileros nos hemos difuminado entre los pasajeros de la clase baja, hemos esperado nuestras buenas colas para comer, hemos tenido que sortear mil

Yurimaguas, hamacas, humedad, y horarios en la selva

Emitiendo desde Yurimaguas. Se supone que esto no iba a ser así, porque en teoría, hoy llegábamos aquí y directos tomábamos uno de los barcos diarios hasta Iquitos, pero resulta que el barco diario no sale hasta mañana… y a ver si es cierto, porque hemos conocido a gente que ayer les dijeron que salía ayer sin falta, y a la tarde les dijeron que finalmente salía hoy, y hoy, pues eso, que salía mañana…. veamos qué nos depara el futuro. De momento estamos tomándolo con calma, sin estreses, y aguantando el calor y la humedad. Mucho mosquito no hay, aunque ya estamos tomando las pastillas de la malaria y echándonos bien de repelente, por si acaso. Hemos comprado unas

Chachapoyas y tantas cosas

Chachapoyas, ese lugar de peculiar nombre en el que no esperábamos encontrar demasiado, resultó ser un pequeño pueblo rodeado de espectaculares restos pre-incas. Mucho que ver y demasiado poco tiempo, pero bueno, vimos lo imprescindible. Tomamos un tour con guía y a mitad de camino reventamos rueda, el gato de la furgoneta estaba estropeado y paramos a un coche, en el que casualmente viajaba el presidente de la región, que amablemente nos prestó su gato y nos dio la mano a todos. Votaremos por él en las siguientes elecciones, seguro. Las enormes ruinas que Kuélap, de la cultura chachapoya, que significa “hombre de los bosques”. Es una ciudad más grande que Machu Picchu, o al menos creo que es más

Trujillo y sus ruinas preincas

Llegamos a Trujillo muy temprano y nos costó encontrar un hostal barato, resulta que este fin de semana es la final de Marinera, el baile típico de la costa peruana, y todos los buses y hostales estaban repletos; de hecho para venir, tuvimos que pasar por otro pueblo cercano porque no encontramos autobús directo hasta aquí. El hostal carcelario en el que hemos estado tiene su encanto, pondré una foto de la habitación y omito la del cuarto de baño de hombres… A la tarde fuimos a ver las ruinas Huaca Arcoíris y la ciudad Chan Chan, ambas de la cultura Chimu, todas hechas de adobe, una maravilla. La ciudad tiene muchas hectáreas, pero solo se visita uno de los

Lima y sus playas

Llegamos a Lima, como ya dije, y Sandra y su familia nos han tenido a cuerpo de rey, ambiente familiar y buenos ratos, incluida una comida en un restaurante asador de pollos, era lo que necesitábamos para descansar un poco en el ecuador de este largo viaje. Muchas muchas muchas gracias Sandra & family! Vimos el centro de Lima, la iglesia de San Francisco y sus catacumbas que sirvieron antaño de cementerio municipal, muy interesante; lástima que esté prohibido hacer fotos con o sin flash. Vimos Miraflores, el barrio de moda en Lima y sus miradores hacia las playas. De ahí nos fuimos a San Bartolo a una casa en la playa, donde hemos pasado un par de días. Exceso