Ilha de Vamizi

Aunque todos me imaginabais tomando cañas, porque muerto sabiais que no estaba, tampoco existía esa posibilidad, pues cañas, cañas, aquí no hay…  Llevo un año sin salir de Mozambique y sin hacer demasiados desplazamientos. Parece que Sergio empieza a sentar la cabeza… o no, pero la cuestión es que 2013 ha sido un año lamentable en cuanto a viajes se refiere. Ha sido maravilloso en otros aspectos, pero no en ese.   El mes pasado tuve la oportunidad de ir a la Isla de Vamizi, una isla muy estrecha pero muy larga, perdida en el Archipiélago de las Quirimbas, donde sólo hay una comunidad y un resort de mega lujo de más de mil dólares la noche (manjar de dioses).

Vida universitaria

El semestre se termina, solo me queda corregir un trabajo y un par de exámenes finales. Después, algunos sonreirán y otros no lo harán, pero lo que es seguro es que yo sí que lo haré. Tendré unas pequeñas y merecidas vacaciones después de unos meses de idas y venidas a la universidad, un segundo trabajo para sobrevivir más cómodamente y confusiones mozambicanas traducidas en reuniones sorpresas o responsabilidades inesperadas.   De cualquier modo, estoy feliz con la nueva vida, estoy aprendiendo mucho, conociendo a mucha gente y moviéndome como nunca lo había hecho. No sé lo que duraré aquí ni lo que me deparará el futuro, pero de lo que estoy seguro es de que esta etapa de la

Mareja

Sí, es cierto que este país tiene un gran número de atractivos, pero también es cierto que desde Cabo Delgado, el acceso a muchos de ellos es prácticamente impensable de tan remoto. El tiempo de un fin de semana tampoco ayuda,  y las carreteras están en malas condiciones. Por todo esto, y porque nos gusta, volvimos al Parque Nacional das Quirimbas. Contactamos con un pequeño campamento llamado Mareja, en la zona Sur-Este del parque, donde hay unas casas para quedarse a dormir y un grupo de chicos muy amables te enseñan la zona. Al igual que en el campamento Taratibu, desde aquí paseamos con Peter, un “ranger” (guardaparques) inglés, que se dedica a patrullar la zona con su equipo y

Islas nuestras de cada día

Nuevos destinos y nuevos caminos. Esta vez, al norte, de nuevo hacia el Parque Nacional das Quirimbas. Y es que este lugar da para mucho. Entre caminos de arena de playa, con el 4×4 a todo trapo y esquivando cocoteros, gallinas, cabritos y niños. El coche subía y bajaba “estilo guerra” (como dicen aquí). Y así, poco a poco, y entre bache y bache, llegamos a Pangane; un pueblito de pescadores aislado del mundo, donde instalaron la electricidad el año pasado.     El pueblo termina en un saliente hacia el mar, donde un hombre tiene algo a lo que denomina “camping”. Allí, mires donde mires, hay playa; una playa que es la letrina de la comunidad, lo que le

IBO (Ilha Bem Organizada)

De nuevo en Pemba, y de nuevo chapa.   Salimos hacia el ya famoso en este blog, Parque Nacional das Quirimbas. Este archipiélago es grande y las actividades por hacer son muchas. Aunque ya había pasado por allí una semana, aún me quedaban unas cuantas cosas más por hacer en la zona (aparte de relajarse y disfrutar escuchando el mar mientras sube y baja). Desde nuestro campamento central en la Isla de IBO, hicimos un par de visitas interesantes. Fuimos a la nada, literalmente. Cuando baja la marea, se descubre un banco de arena, un islote precioso, en mitad del océano azul. Una maravilla para la vista y para el cuerpo. Rodeado de corales (aunque ciertamente algo profundos, y de

Arquipélago das Quirimbas, entre corales, historia y decadencia.

He pasado toda esta última semana en el Parque Nacional de las Quirimbas, que se extiende a lo largo de muchos kilómetros, y en la zona de costa se transforma en un archipiélago de ensueño. El motivo del viaje ha sido conocer las iniciativas que AMA (Associação do Meio Ambiente) está llevando a cabo en la zona para sacar ideas aplicables a nuestro proyecto. Allí llevan seis años trabajando y lo tienen muy avanzado, entre paisajes espectaculares nos hemos encontrado con viveros de manglar, espacios para producción de miel, areas de engorde de cangrejos, zonas rotativas de ostras y asociaciones de artesanía.   Cruzar de una isla a otra depende de las mareas; el agua baja tanto que no es

Caminando entre gigantes

Taratibu, palabra swahili. Despacio y con cuidado. Eso sugiere el nombre de este santuario de elefantes enclavado en el Parque Nacional de las Quirimbas, al Norte de Mozambique. Allí hemos tenido la suerte de ir a parar este fin de semana; un lugar mágico, lleno de árboles y elevaciones montañosas espectaculares. El acceso solo es posible con cuatro por cuatro y éramos los únicos turistas en el área. El lugar donde nos hospedamos lo regenta un hombre llamado Jacob, amante de la naturaleza y protector de este área tan recóndita. Fuimos a pasear por caminos en el bosque, y de repente se escucharon sonidos cercanos, como de quiebre de ramas. Eran los elefantes, estábamos rodeados y para qué negarlo, sentimos