El otro lado de la bahia

Al otro lado de la bahía de Pemba, muy cercano pero muy lejano si no tienes un barco, se encuentra un complejo de casas de lujo, apartadas del bullicio, tranquilas y en las que viven unos grupos de blancos de los que poca gente sabe nada.   El lugar es maravilloso, con arrecifes de coral en la primera línea de la playa, tanto, que cuando baja la marea algunos asoman. Un lugar tranquilo, sin ruido, sin basura y donde poca gente te puedes encontrar. Nada que ver con el caos de la playa de Pemba los domingos por la tarde.   Entre estas casas existe un hotel compuesto por varias casitas, donde pasar la noche vale 500 dólares por persona

Por fin montaña

Aunque con retraso, revuelvo a la vida operacional del blog. Ya pasadas las vacaciones y retomado el ritmo habitual de trabajo, aprovecho para hablar, brevemente, sobre el fin de semana en que nos fuimos al interior.   Visitamos al fin Montepuez, esta especie de far west mozambicano con calles anchas y casas grandes. Un lugar diferente a la playera Pemba, pero con una forma de vida más mestiza. Aquí confluyen chinos, indios, tanzanos, europeos y toda clase de mundos inimaginables. La explotación de minerales en esta zona es algo misterioso pero que mueve muchas personas.   Rodeada de montañas rocosas aprovechamos para visitar algunas comunidades de la zona y al día siguiente fuimos a hacer una excursión (roca a través)

Hasta las rodillas en el fango

Sé que tengo esto bastante abandonado, y no es porque me haya olvidado o desmotivado con el blog, ni mucho menos. Como sabéis, ando a caballo entre Pemba y Mecúfi, y en realidad, tengo bastante trabajo, y no es que tenga mucho tiempo para andar haciendo fotos a cosas curiosas. Además, en Mecúfi, paso las semanas sin acceso a internet, y con suerte a veces tengo cobertura en el móvil, y en Pemba, tampoco es que haga mucho más que ir a las playas que ya os he enseñado…   Igualmente, voy avisando de que en navidades me iré para Sudáfrica y Swatzilandia con mi prima, así que para esas fechas tendré de nuevo fotos para mostraros otros lugares, espero,

La famosa mataquenha

“Tunga penetrans es una especie de insecto sifonáptero de la familia Hectopsyllidae. Es una pulga que ataca la piel. Afecta principalmente la piel de los pies; se introduce en ella y produce prurito intenso. Popularmente se le conoce como “niguas” o “pique” (Perú), y parasitológicamente como tungiasis. Tiene un tamaño inferior a 1 mm, con cabeza grande y forma un ángulo con el vientre. Puede atacar a humanos, cerdos y otros animales domésticos. Se suele contraer al pisar suelos mojados y sucios. Tanto los síntomas como la forma del parásito son parecidos a las de una ampolla. La forma de eliminarlo más casera es romper la bolsa con una aguja o con una hoja de afeitar bien limpias, y apretar

IBO (Ilha Bem Organizada)

De nuevo en Pemba, y de nuevo chapa.   Salimos hacia el ya famoso en este blog, Parque Nacional das Quirimbas. Este archipiélago es grande y las actividades por hacer son muchas. Aunque ya había pasado por allí una semana, aún me quedaban unas cuantas cosas más por hacer en la zona (aparte de relajarse y disfrutar escuchando el mar mientras sube y baja). Desde nuestro campamento central en la Isla de IBO, hicimos un par de visitas interesantes. Fuimos a la nada, literalmente. Cuando baja la marea, se descubre un banco de arena, un islote precioso, en mitad del océano azul. Una maravilla para la vista y para el cuerpo. Rodeado de corales (aunque ciertamente algo profundos, y de

Parque Nacional de Gorongosa

Nos montamos en aquella chapa con forma de autobús soñando que sería más cómoda que la anterior, y sin embargo, la maleta sobre nuestras piernas impedía la circulación sanguínea de cintura para abajo gangrenando progresivamente la mitad de nuestro cuerpo. Aguantamos, sobrevivimos a ese infierno móvil con más paradas que kilómetros recorridos y pasamos la noche en Nampula, donde descansamos estupendamente hasta el día siguiente. Allí nos esperaba un viaje en avión hasta Beira, provincia de Sofala, para visitar el Parque Nacional de Gorongosa.   Este parque, antes de la guerra era un sueño de la biodiversidad africana, sin embargo, una de las bases militares de la guerra se montó nada más y nada menos que en mitad del parque,

Ilha de Mozambique

Retomo el blog después de unas pequeñas vacaciones alrededor del norte de Mozambique. Vino mi amigo Juan Ceñal de visita, y nos hemos recorrido algunos puntos impresionantes de este alargado y diverso país.   Normalmente, suelo actualizar esto durante los viajes, tratando siempre de hacer entradas por cada etapa del viaje; sin embargo, el acceso a internet es complicado y lento, de modo, que he esperado a estar en casa para poder ir subiendo las correspondientes entradas de cada etapa del viaje.   Comienzo con Ilha de Mozambique, pequeña isla colonial unida a tierra por un puente de 3 Km, donde los portugueses hacían antaño sus tratas de esclavos, al igual que en la isla de Ibo, sobre la que

Arquipélago das Quirimbas, entre corales, historia y decadencia.

He pasado toda esta última semana en el Parque Nacional de las Quirimbas, que se extiende a lo largo de muchos kilómetros, y en la zona de costa se transforma en un archipiélago de ensueño. El motivo del viaje ha sido conocer las iniciativas que AMA (Associação do Meio Ambiente) está llevando a cabo en la zona para sacar ideas aplicables a nuestro proyecto. Allí llevan seis años trabajando y lo tienen muy avanzado, entre paisajes espectaculares nos hemos encontrado con viveros de manglar, espacios para producción de miel, areas de engorde de cangrejos, zonas rotativas de ostras y asociaciones de artesanía.   Cruzar de una isla a otra depende de las mareas; el agua baja tanto que no es

Entre manglares en ruinas

Ya llevo un mes en Cabo Delgado. He pasado bastante tiempo entre manglares, y descubriendo la zona. El otro día, investigando áreas, llegamos a un lugar triste, muy triste. Habían acabado con unas cuantas hectáreas de manglar para construir una salina, y como no tienen maquinaria, esperan a que se pudran las raíces para después sacarlas. La vida en Mecúfi es tranquila, ahora estamos diseñando un estudio para analizar los niveles de degradación del manglar, los niveles de regeneración y también las posibles áreas para hacer viveros y reforestaciones. Es un trabajo complicado porque es un área muy grande, pero estoy deseando empezar, va a ser una buena experiencia.

Caminando entre gigantes

Taratibu, palabra swahili. Despacio y con cuidado. Eso sugiere el nombre de este santuario de elefantes enclavado en el Parque Nacional de las Quirimbas, al Norte de Mozambique. Allí hemos tenido la suerte de ir a parar este fin de semana; un lugar mágico, lleno de árboles y elevaciones montañosas espectaculares. El acceso solo es posible con cuatro por cuatro y éramos los únicos turistas en el área. El lugar donde nos hospedamos lo regenta un hombre llamado Jacob, amante de la naturaleza y protector de este área tan recóndita. Fuimos a pasear por caminos en el bosque, y de repente se escucharon sonidos cercanos, como de quiebre de ramas. Eran los elefantes, estábamos rodeados y para qué negarlo, sentimos

Playas y paisajes

Estos días, entre reunión y reunión, pasamos con el coche por la espectacular playa de Chuiba. Pudimos bajarnos para hacer unas cuantas fotos y así enseñar por aquí las excelentes vistas que nos rodean por todas partes. Y añado de regalito final; una foto de los miles de baobabs que rodean el pueblo donde trabajamos. Aquí los llaman embondeiros, y hay miles de historias africanas y fantasías alrededor de ellos. Espero poder ver algún ritual de hechicería antes de irme…

Acuñas en Mecufi

Ya llevo tres días por aquí, y la verdad que a cada segundo me gusta más. Pemba es la ciudad donde pasaré los fines de semana, y quizás algún día entre semana para reuniones o tener acceso a internet. Es una ciudad costera dentro de una bahía y con unas playas espectaculares. La vida se desarrolla alrededor de la costa, y aunque se conduzca por la izquierda como en Inglaterra, el tráfico es muy fluido y la ciudad es poco caótica. Apenas hay coches y solo tiene 150.000 habitantes; la mayoría de sus calles son arcillosas de color anaranjado, y se va la luz cuando menos te lo esperas. Tranquilidad y mucho sol. En Mecufi, a 38 Km., es donde

Del Pacífico al Índico

La gran mayoría de ustedes ya estaba informada de mi situación, pero siguiendo tradiciones, no he querido publicar nada nuevo en el blog hasta no tener algo clara mi nueva situación.   Resulta que se cruzó en mi camino una nueva oportunidad, una oportunidad irrechazable, que me permitirá aprender muchas cosas nuevas. Por lo tanto, y con mucho pesar, dejé atrás mi El Salvador querido y lindo, dejé atrás a toda esa gente a la que he ido conociendo en este año que he pasado en la tierra de los volcanes, y a la que tanto quiero y aprecio. Y, de nuevo, como siempre aterricé en Madrid, el kilómetro 0 de mi vida, el punto de partida y también el