Fecha: del 27 de octubre al 2 de noviembre de 2020 Después de la primera aproximación a la Isla de Boa Vista y de recorrer un poco por sus destartalados caminos, tuvimos la oportunidad de unirnos a uno de los viajes que María y Judit iban a realizar a los campamentos de monitoreo de tortuga boba en el este de la isla. Ellas dos trabajan para la organización Cabo Verde Natura 2000, una ONG de conservación de la naturaleza que, cada año, en una amplia zona costera, junto a un gran número de voluntarios, monitorean la llegada de las tortugas y controlan el desarrollo de los nidos hasta su nacimiento. Con ellas nos fuimos en su pick up, pasando por
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Fecha: del 27 de octubre al 2 de noviembre de 2020 Aprovechamos el buen clima para hacer una escapada de una semana a la Isla de Boa Vista, una de las islas más turísticas del país, característica por sus enormes playas de arena blanca y los inmensos resorts que cada año se llenan de extranjeros que vienen a divertirse y quemarse bajo el sol del verano. Sin embargo, en tiempos de COVID, los grandes hoteles están cerrados, gran cantidad de sus trabajadores se han vuelto a sus islas de origen, y muchos de los extranjeros que habitualmente pululan por la isla, tampoco están en ella estos días. La situación es triste para un país que necesita de los ingresos del
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Esta entrada iba a tener que subirla algún día, pues son dos de los destinos clásicos de la Isla de Santiago. Viviendo en Praia, de la que todavía no he compartido ninguna foto, dos de los destinos más habituales de la isla, son Rui Vaz y São Francisco. Ambos destinos son muy diferentes, pues uno se trata de playa y otro de montaña, pero son fácilmente combinables en el mismo día, debido al tamaño reducido de la isla. Rui Vaz, aunque no podría considerarlo pueblo, pues las casas están muy esparcidas, es una población tranquila en lo alto de la montaña, desde la que se accede a diferentes senderos de trekking. Aunque todavía no hemos hecho muchos, hemos ido en
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Amanecimos en Mindelo, de nuevo, frente a la diva de los pies descalzos, Cesária Évora, inmortalizada sobre una gran fachada amarilla. Para recorrer la isla de São Vicente, teníamos alquilado un coche, que nos esperó puntual en la puerta de nuestro hotel. Cabo Verde para esto es maravilloso; sin formalidades de ningún tipo más que hacer el pago y coger las llaves. Nos dirigimos para abrir boca al Fortim do Rei, en lo alto de la ciudad. Se trata de las ruinas de una antigua fortaleza construida en 1852 con función defensiva de la ciudad. Una vez arriba, nuestros ojos no daban crédito; lo que podría ser una atracción turística de la ciudad y un pedazo importante de la historia
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Llegó nuestro último día en Santo Antão, y en Porto Novo alquilamos un coche para recorrer alguna de las carreteras que nos causaban curiosidad. Esta isla tiene numerosos destinos, caminatas y aldeas escondidas, por lo que podríamos haber pasado meses explorando cada rincón. Como el tiempo apremia, nos decantamos por el camino que lleva hasta Ribeira da Cruz con una parada intermedia en la villa de Alto Mira. Iniciamos el recorrido sin prisas, discurriendo despacio y tranquilos a lo largo de una carretera que al inicio pasa por unos paisajes bastante secos y agrestes, característicos de la parte oeste de esta isla. Parece que para llegar a la punta oeste, en Tarrafal de Monte Trigo, hay que recorrer bastantes horas
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Penúltimo día para recorrer esta isla. Volvimos a desplazarnos con Vany en su aluguer rojo. Esta vez recorrimos la más amplia de las riberas que desembocan en el norte de la isla, y la que da el nombre a la ciudad donde nos hospedábamos: Ribeira Grande. Después de desayunar, salimos, recorriendo poco a poco y sin prisa los diferentes caminos que van subiendo por la montaña paralelos al río. Estos pueblos con nombres difíciles de recordar como Coculi, Boca de Coruja, Lombo de Santa o Manta Velha, parecen perdidos en el tiempo, escarpados entre montañas y donde a sus habitantes no les preocupa perder un rato de su tiempo hablando contigo. Gente encantadora que te muestra sus tradiciones y te
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Descansamos como niños pequeños en Ribeira Grande, pues el día anterior habíamos acordado con el conductor de Jéssica y Andrés una ruta por algunos de los caminos del nor-este de la isla. Nos propuso salir temprano en la mañana para que nos diese tiempo a hacer de todo. Y así fue. Después de desayunar en Ribeira Grande, donde hice las fotos de arriba, salimos hacia el interior de la isla a lo largo de la Ribeira de Torre, una carretera que serpentea por dentro de un cañón verde entre montañas escarpadas. A sus orillas hay plantaciones de banano, papaya, caña de azúcar y otros tantos productos típicos de estos climas. La gente cría patos, cerdos, cabras y vacas, y varios
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Aterrizamos en Mindelo, Isla de São Vicente, sin mayor inconveniente, nos dirigimos al hotel, circulando por la avenida que transcurre a lo largo de la Bahía do Porto Grande, disfrutando de las preciosas vistas hacia la inmensa isla de Santo Antão, situada justo en frente. Desde la ventana de nuestro hotel, el mural de Cesária Évora tallado por Vhils nos contemplaba e hipnotizaba de manera deslumbrante. Nos sorprendió la ciudad de Mindelo, por los coloridos de sus casas coloniales y la buena conservación en general que tiene el centro histórico. Aunque es pequeño, las callejuelas son muy agradables, y los barcos anclados en el puerto, con las montañas de Santo Antão de fondo, le dan un toque idílico a la
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Empezábamos el que pensábamos que sería nuestro último día en la isla, pues al día siguiente volábamos hasta Mindelo, Isla de São Vicente. En la ciudad de São Filipe no paró de perseguirnos desde que llegamos un guía llamado Claudio, que estaba desesperado buscando a alguien a quien pasear, pues con la pandemia, no ha tenido turistas en muchos meses. Aunque nuestro plan inicial era quedarnos en la ciudad paseando y descansando, al final decidimos irnos con Claudio, a pesar de que estuviese lloviendo a ratos. Es triste ver cómo gente honrada intenta hacer su trabajo y no puede, por lo que esta acción le ayudó a él, pero nosotros acabamos conociendo unos lugares fantásticos gracias a sus recomendaciones. Nos
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El tercer día en la Isla de Fogo subimos hasta Chã das Caldeiras, dentro del Parque Natural do Fogo, la zona más alta de la isla, donde unos cuantos habitantes resisten dentro de la caldera de un volcán activo. Por el camino, uno va atravesando pequeños pueblos hasta llegar a la entrada del parque. Es notorio cómo según uno se va aproximando a Chã, los colores de las pieles se van aclarando a la par que lo hacen los ojos de las personas. Estos colores de piel claros y los ojos azules y verdes tienen una explicación. En 1870, un conde francés llamado Louis Armand de Montrond, dejó Francia por motivos no del todo conocidos; se habla de deudas, un
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En 2020 hemos vivido las vacaciones más raras de nuestra vida. Hemos sido afortunados por una serie de razones que detallaré más adelante, pero también hemos sufrido las consecuencias de la pandemia. En septiembre vinieron mis padres para conocer Cabo Verde. A pesar de las restricciones aéreas que prohibían la entrada por turismo a cualquiera no residente, quedó una ventana excepcional: las reuniones familiares. Alegando este motivo, pudimos juntarnos todos en Praia y desde aquí conocer algunas de las islas de este bonito archipiélago. Test de anticuerpos mediante, pensábamos visitar Maio durante el primer fin de semana, y viajar el lunes a la isla de Fogo, recién declarada Reserva de la Biosfera. Sin embargo, comenzó a levantarse un viento fuerte
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La isla en la que vivimos es la más grande de todo el archipiélago, y sin embargo es una de las menos turísticas del país. Los grandes atractivos y la fama internacional los tienen las islas de Sal, Boa Vista, Santo Antão y Fogo, principalmente. Muchas personas pasan por esta isla solamente porque la capital está aquí y sus vuelos llegan hasta esta. Como mucho, algún visitante informado, visitará Cidade Velha para poder empaparse un poco de la historia y el patrimonio cultural que existe aquí. Cuando uno busca “Cabo Verde” en Google lo primero que aparecen son las famosas playas de las Islas de Barlovento y poco o nada se conoce sobre la Isla de Santiago, pues no posee
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La Isla de Santiago se puede recorrer de punta a punta en algo más de una hora, dependiendo lo experto que uno sea con las curvas. En un par de ocasiones le hemos dado la vuelta a la isla y hemos dado ojeadas rápidas a los pequeños pueblos que uno se encuentra en su ruta. No obstante, y aunque puede dar sensación de pequeña, la cantidad de caminos empedrados y pueblos remotos perdidos entre las montañas, es enorme. Espero que podamos dedicar estos años a descubrirlos poco a poco, y seguro que más de una joya escondida nos encontramos por el camino. En estas pequeñas aldeas parece que uno ha cambiado de país. El contraste con Praia es enorme, y
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Cabo Verde es un país insular compuesto por 10 islas y algunos islotes. Es un país cargado de historia, y que mucha gente no sabe identificar en el mapa. Sin embargo, muchos de los personajes conocidos por todos, como Cristóbal Colón, Magallanes, Elcano, Darwin, Vasco de Gama o Francis Drake, pasaron por estas islas en sus grandes viajes. Hasta dicen que Saint-Exupéry paraba en la isla de Santiago en sus vuelos como cartero. El primer asentamiento de colonos europeos en África Subsahariana sucedió aquí, en la isla de Santiago, fundando la que llamaron “Ribeira Grande” en 1462. El portugués Diogo Gomes fue la primera persona que pisó estas islas dos años antes, cuando se las topó por casualidad en su
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La Isla de Maio es la isla más próxima a Santiago, donde se encuentra Praia, la capital de Cabo Verde. Aunque uno se esperaría un servicio constante de barcos que van y vienen, resulta que el servicio ni siquiera se ofrece todos los días. Además, la página de Interilhas, que ofrece los viajes en barco, lanza un calendario de programación mensual, por lo que tampoco se pueden comprar con mucho tiempo de anticipación. En fin, que al menos, para ir a esta isla, se puede salir desde Praia los viernes por la tarde y regresar los domingos, y eso es lo que hicimos. El viaje merecería una entrada entera para describirlo. Llegamos, como indicaba el boleto, una hora previo a
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